Los programas chinos de televisión ganan seguidores extranjeros. [Foto: proporcionada]
Mientras China está muy activa ofreciendo contenido al resto del mundo, los compradores potenciales y los observadores de la industrias señalan desafíos potenciales.
Michael Nakan, socio fundador de Londres Clipper Media Capital, precisó que los espectadores occidentales están interesados en China debido a su floreciente economía. Y admitió que algunos géneros son difíciles de consumir.
"La comedia, por ejemplo. Raramente una comedia viaja más allá de su territorio cultural. Es díficil encontrar una comedia francesa que atraiga a un público británico”, observa Nakan.
"Además, el número de episodios es un punto clave. La mayoría de las series británicas tienen sólo seis episodios, e incluso los dramas norteamericanos se están acortando”, añadió.
Muchos dramas históricos chinos tienen 30 episodios. El metraje hace difícil que el público occidental se conecte con ellos hasta el final.
Cuando “Emperatrices de Palacio” se transmitió en Netflix, sus originales 76 episodios fueron resumidos en 6 entregas.
Pero la versión condensada tuvo un impacto negativo en los personajes, la historia y el suspenso. Al final, la serie editada no cumplió las expectativas de los distribuidores, de acuerdo a criterios de algunos analistas.
Anke Redl, fundador de China Media Management, considera que la mayoría de los llamados extranjeros que siguen las producciones chinas son miembros de la comunidad china en el exterior y que si las series se producen bajo el sentido del metraje chino, se perderá audiencia occidental.
Redl insistió en que las historias coproducidas chinos y extranjeros es la mejor vía para lograr un producto audiovisual chino de carácter universal.
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