SHIJIAZHUANG, 6 dic (Xinhua) -- Los guardas forestales de la Finca Saihanba, en la región autónoma de Mongolia Interior, norte de China, fueron galardonados el martes con el premio Campeones de la Tierra de la ONU por su contribución destacada a la recuperación de los paisajes locales degradados.
"A mí, un trabajador raso de la finca, este premio me supone un estímulo enorme", dijo Zhao Fuzhou, vigía de incendios del órgano de reforestación.
"El premio es un reconocimiento a tres generaciones de guardabosques", defendió Zhao Zhenyu, de 78 años de edad, uno de los primeros guardas forestales, quienes comenzaron a plantar árboles en la tierra árida a principios de la década de los 60.
Gracias a décadas de trabajo duro de sus guardabosques, Saihanba se ha convertido en una vasta foresta de 93.000 hectáreas y una barrera ecológica importante para las ciudades de Beijing y Tianjin.
Los bosques de Saihanba purifican cada año 137 millones de metros cúbicos de agua y generan medio millón de toneladas de oxígeno.
"Los esfuerzos de 55 años de reforestación muestran que cuando generaciones de guardabosques no escatiman esfuerzos por mejorar el medio ambiente, lo consiguen", indicó Zhao Zhenyu.
El director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Erik Solheim, elogió a la comunidad de Saihanba por sus innovaciones pioneras y manifestó que las iniciativas económicas pueden recuperar los paisajes degradados.
"La comunidad de forestación de Saihanba ha convertido las tierras degradadas en un paraíso verde y exuberante, parte de una nueva Gran Muralla de vegetación que desempeñará un papel importante para proteger a millones de personas de la contaminación atmosférica y garantizar el suministro del agua", agregó Solheim.