NACIONES UNIDAS, 7 dic (Xinhua) -- La capital yemení, Saná, atraviesa por una "calma tensa" tras seis días de bombardeos que han dejado más de 200 muertos y casi medio millar de heridos, dijo el jueves el coordinador humanitario de la ONU para Yemen, Jamie McGoldrick.
"Durante el último día, más o menos, hay una calma tensa en Saná", dijo. "No ha habido ataques aéreos ni operaciones militares, lo que ha permitido a los civiles atreverse a buscar ayuda y provisiones", declaró a la prensa desde la capital yemení en una teleconferencia en la sede de la ONU.
Algunos civiles, continuó, "son reacios a dejar sus casas a pesar de su necesidad de alimentos o medicinas", mientras otros "se han visto obligados a buscar tratamiento en varios hospitales de la ciudad".
"Nuestros colegas nos han dicho que, con el recrudecimiento del conflicto en los últimos seis días, unas 230 personas han muerto, en su mayoría civiles, y 480 han resultado heridas", precisó.
Según el funcionario, existe una "necesidad desesperada" de combustible para "ayudar a distribuir la poca comida que hay y mantener en funcionamiento los generadores de los hospitales y los sistemas de agua y basura".
Las agencias de ayuda humanitaria, apuntó, se han podido mover en grupos pequeños por la ciudad para evaluar la situación, repartir combustible y kits en los hospitales, y enviar ambulancias y equipos médicos a los heridos.
McGoldrick aseguró que más de 22 millones de personas necesitan asistencia y más de ocho millones están al borde de la hambruna.
"Han estallado brotes de difteria en la región central del país y muchos niños han muerto debido al colapso del sistema sanitario", precisó.
Yemen necesita millones de litros de combustible para mantener funcionando los generadores de los hospitales, transportar alimentos y bombear agua, añadió.
El funcionario de la ONU demandó, además, el fin del bloqueo de mercancías comerciales y humanitarias para evitar muertes y "una catástrofe total".