Por Edgardo Loguercio
BRASILIA, 22 ene (Xinhua) -- El juicio en segunda instancia contra el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que llevará a cabo el miércoles el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4) en Porto Alegre, determinará el desarrollo político de la campaña para las elecciones presidenciales de octubre.
La defensa de Lula da Silva presentó una apelación a la condena en primera instancia proferida en julio por el juez Sergio Moro, quien condenó al ex mandatario a nueve años y seis meses de prisión y el pago de una abultada multa por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
La sentencia se refiere a la acusación de que el entonces presidente supuestamente recibió un inmueble de la constructora OAS, a cambio de beneficios en contratos con la petrolera estatal Petrobras.
La defensa pide la absolución de Lula da Silva, al alegar que el inmueble en todo momento permaneció bajo propiedad de la OAS, e incluso fue utilizado como garantía en la solicitud de un préstamo por la empresa realizada en 2010 y aún no saldada.
Los abogados, encabezados por Cristiano Zanin Martins, enfatizan además que la tramitación del proceso contra el líder del Partido de los Trabajadores (PT) ocurrió en tiempo récord.
El tratamiento acelerado del caso, afirman, muestra una intencionalidad política que apunta a vetar la postulación del candidato favorito en todos los sondeos de intención de voto.
De acuerdo con las últimas encuestas, Lula da Silva es favorito en todos los escenarios posibles, con oportunidades incluso de obtener un triunfo en la primera vuelta electoral.
El tribunal que deberá decidir la suerte del proceso estará compuesto por tres jueces, el relator Joao Pedro Gebran Neto, el revisor Leandro Paulsen, y Victor Luiz dos Santos Laus.
En los cuatro años desde que comenzaron las condenas de la operación "Lava Jato" (Autolavado), el tribunal sólo absolvió a cinco de 77 condenados por el juez Moro.
El miércoles, además de Lula da Silva, serán juzgados recursos de otros seis reos, por lo que se espera una larga jornada hasta que los jueces den su veredicto.
La sesión comenzará con la lectura del informe del relator Gebran Neto, luego el Ministerio Público tendrá 30 minutos para presentar sus argumentos, y la defensa de cada uno de los acusados contará con 15 minutos para cada uno, tras lo cual ocurrirá el voto de los jueces.
Existe al mismo tiempo la posibilidad de que alguno de los magistrados pida venia en el juicio, es decir, que solicite más tiempo para apreciar el proceso, por lo que no está garantizado que el resultado se de a conocer el mismo miércoles.
En el caso de que Lula da Silva sea condenado en segunda instancia, no debe ser preso, porque otros recursos de apelación podrán ser presentados por la defensa ante el Superior Tribunal de Justicia y el Supremo Tribunal Federal.
Un aspecto importante de la decisión del TRF4 es el número de votos: mientras que una condena unánime por parte de los tres jueces puede ser un duro golpe para el ex presidente, la situación presenta más posibilidades de recurso en caso de que alguno de los magistrados vote por la absolución.
En caso de que la condena sea mantenida sólo por mayoría, la defensa también podrá presentar los "embargos infringentes", al cuestionar cualquier punto de la sentencia, en un intento de hacer que el voto perdedor sea reconsiderado.
Esa posibilidad, además, puede retrasar la conclusión del proceso en esta instancia, por lo que la candidatura de Lula da Silva puede ser una incógnita durante buena parte del proceso electoral.
Las consecuencias de una eventual condena en segunda instancia para la candidatura del ex mandatario son motivo de polémica entre los juristas brasileños.
Por la Ley de la Ficha Limpia, un candidato se vuelve inelegible por condena en órgano colegiado, pero los recursos pueden retrasar la conclusión de esta etapa del juicio.
Además, aunque los recursos sean juzgados en tiempo y la condena mantenida en segunda instancia, Lula da Silva aún puede inscribir su candidatura ante el Tribunal Superior Electoral, mientras todavía recurra a las instancias superiores.
Según especialistas, Lula puede esperar hasta el último momento para formalizar su ingreso en la disputa, hasta el 15 de agosto.
El escenario abre la posibilidad de que el ex presidente dispute la primera o incluso la segunda vuelta de las elecciones y posteriormente tenga su candidatura impugnada por la Justicia Electoral.
Otra alternativa es que él se mantenga candidato hasta mediados de septiembre, cuando puede ser sustituido, apenas 20 días antes de la primera vuelta por alguno de sus correligionarios del PT, como el ex alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, o el ex gobernador de Bahía, Jaques Wagner.
Para la mayoría de los analistas políticos políticos, la perspectiva más probable es que la condena sea ratificada el miércoles por los jueces en Porto Alegre.
Cualquiera que sea el resultado en el plano jurídico, se espera una ardua disputa política que se expresará desde el miércoles en las calles, con manifestaciones a favor y en contra del ex mandatario.
El PT y los movimientos sociales que apoyan a Lula da Silva convocaron a actos de solidaridad en Porto Alegre, Sao Paulo y otras ciudades, con la consigna "Elección sin Lula es fraude".
Por su parte, grupos políticos de tendencia liberal apuestan que la inhibición de la candidatura del ex presidente favorezca las posibilidades de un candidato que represente la continuidad de las reformas iniciadas por el gobierno del presidente brasileño, Michel Temer.