HANGZHOU, 5 feb (Xinhua) -- Un niño con las ropas tradicionales de un pastor golpea un búfalo en nueve ocasiones, marcando el inicio de la primavera en la aldea Miaoyuan, en la provincia oriental china de Zhejiang.
El golpeteo al búfalo y la roturacion forman parte de un antiguo ritual en la aldea durante el Lichun, un periodo solar que sirve para marcar el inicio formal de la primavera, que este año cae el domingo.
Lichun no solo es una división del año solar en el calendario tradicional chino, sino que también es un periodo festivo. Los aldeanos tiran petardos y colocan tres barritas de incienso en el templo a primera hora del domingo al tiempo que ruegan una buena cosecha.
"Es la adoración a Goumang, el dios de la primavera en la antigua China", explica Gong, de 55 años, anfitrión del ritual, quien añade que el Templo Wutongzu era el único lugar en China donde la veneración a Goumang todavía existe.
Gong es la tercera generación en su familia que se encarga del ritual en la aldea Miaoyuan en la ciudad de Quzhou.
El ritual también incluye ofrendas del sacrificio y un recital de poesía, que impresionó a Muaadh Abdulgahi Ali, de 21 años, de la Universidad Industrial y Comercial de Yiwu. El yemení está emocionado de ver una escultura de Goumang, que tiene una cabeza de hombre en el cuerpo de un pájaro, sosteniendo una brújula y semillas y sostenido por dos dragones.
"Mi profesor me comentó que el folclore más autóctono ha sido preservado aquí", apunta Ali, quien supo del evento navegando por internet.
Los 24 periodos solares, entre ello el Lichun, fueron incluidos en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2016.
"Los antiguos agricultores chinos usaban señales astronómicas, cambios en las temperaturas y en las precipitaciones como las bases para crear el calendario, que divide el año en 24 tramos para guiar la labranza durante las cuatro estaciones", apunta Liu Kuili, jefe de la Sociedad Folclórica de China.
El ritual data de hace cientos de años en la villa Miaoyuan pero fue interrumpido durante la Revolución Cultural (1966-1976). Volvió a practicarse en 2005.
"Quiero ser el heredero del ritual y pasar la cultura tradicional a la próxima generación", señala Huang Hao, un niño de 11 años que presencia la ceremonia.