BEIJING, 15 feb (Xinhua) -- China está por iniciar el Año del Perro, pero este año en particular es conocido como un año Wuxu, que sólo ocurre cada 60 años.
Un año Wuxu tuvo lugar en 1898, hace dos ciclos, cuando el emperador y sus seguidores intentaron reformar el débil sistema feudal de la Dinastía Qing cuya debilidad quedó expuesta en una serie de derrotas ante Occidente y Japón.
La reforma duró sólo 103 días, y los chinos no lograron alcanzar el nivel de importantes países que estaban logrando grandes saltos hacia la modernización.
A pesar de tratar por todos los medios posibles de buscar la salvación, la nación sufrió décadas de agitación y guerra civil hasta que se estableció la República Popular China en 1949 bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh).
El Partido sacó al país de su economía estropeada por la guerra, comenzó una revolución socialista, estableció el socialismo como sistema básico de China y avanzó en el socialismo. En las décadas pasadas se ha presenciado la transformación social más amplia y más profunda en la historia de China, revirtiendo su destino de estar en declive en tiempos modernos, para ponerlo en un firme camino hacia la prosperidad y la fuerza.
Hace cuarenta años, China inició su proceso de reforma y apertura, eliminando las barreras ideológicas e institucionales para el desarrollo de la nación, y emprendió el camino del "socialismo con peculiaridades chinas". En 1982, China adoptó su Constitución actual, la cual ha demostrado que la buena legislación satisface la demanda de los tiempos.
En 1994, el país empezó la construcción de una economía de mercado socialista, que impulsó a China a una vía de desarrollo rápida y firme. Ambos fueron años del Perro.
Ahora, China está avanzando hacia el objetivo de construir de forma integral una sociedad modestamente acomodada para el año 2020 y emprender un nuevo viaje para convertirse en un país socialista moderno para mediados de este siglo. También está desempeñando un papel cada vez más importante para salvaguardar la paz mundial, promover la globalización económica y mejorar la gobernanza global.
El país ya no "se adapta a los tiempos", ahora "encabeza los tiempos".
China ha mostrado que para lograr la revitalización nacional, es urgente adaptarse a los tiempos, responder a la gente y tener valor para la reforma y apertura. El establecimiento de un sistema que se ajuste a las circunstancias del país es esencial.
Como dice un refrán chino, el último paso de un viaje marca el punto intermedio. Lograr la revitalización nacional no será un paseo por el parque. Se requiere que todos en la nación trabajen más arduamente para alcanzar este objetivo.
El producto interno bruto (PIB) per cápita de China aún está en niveles medios con respecto a las posiciones mundiales. Alrededor de 30 millones de personas aún viven por debajo de la línea nacional de pobreza. El país también tiene la tarea de eliminar grandes riesgos y controlar la contaminación. Defender y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas tomará generaciones, quizás decenas de generaciones, de arduo trabajo.
China debe aprovechar la histórica oportunidad para desarrollar sus áreas de ciencia, tecnología e industria, así como para proporcionar sabiduría y soluciones a los problemas del mundo entero.
Se presentarán dificultades a lo largo del camino, pero enfrentarlos fortalecerá la fe de la nación en su sueño, así como el logro de cualquier objetivo que la nación desee alcanzar.