BRASILIA, 22 feb (Xinhua) -- El ministro de Defensa de Brasil, Raúl Jungmann, expresó hoy jueves que es "posible" que organizaciones criminales migren a otros estados del país debido a la intervención federal en la seguridad pública de Río de Janeiro.
Tras una reunión con miembros de las Fuerzas Armadas, Jungmann sostuvo que el tema preocupa al gobierno federal y explicó que donde la acción de las fuerzas de seguridad se muestra efectiva, la actividad criminal suele desplazarse.
"Creo que es posible, porque esa migración ocurre, por ejemplo, dentro de Río de Janeiro, dentro de Pernambuco y dentro de Goiás. Donde hay una eficacia mayor, el crimen de cierta manera migra. Hay una preocupación que debemos cuidar para que no se corporice", dijo.
El ministro citó una investigación del Grupo de Acción Especial de Combate al Crimen Organizado, el cual indicó que la criminalidad dejó de tener estructuras estatales y se convirtió en un fenómeno nacional.
De acuerdo con el estudio, el Primer Comando de la Capital (PCC, el mayor grupo criminal brasileño), pasó de tener 3.000 a 13.000 integrantes en las cárceles entre 2014 y 2016.
"Creo que el futuro Ministerio de Seguridad Pública se centrará en el tema en conjunto con los gobiernos estatales", dijo Jungmann.
La mañana de este jueves, el ministro de Justicia, Torquato Jardim, se reunió en la capital paulista con los secretarios de Seguridad Pública de los estados de Sao Paulo, Minas Gerais y Espírito Santo para discutir planes de colaboración.
El gobierno de Espirito Santo, al norte de Río de Janeiro, empezó a reforzar desde ayer miércoles la seguridad en la zona fronteriza con el estado vecino, para impedir la entrada de bandidos, armas o drogas.
"Todas las posturas que estamos adoptando hasta ahora tienen en consideración la postura de cautela y prevención", destacó Jardim.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Sao Paulo, Mágino Alves, descartó que la intervención en Río provoque la llegada de bandidos a su estado, alegando que no se produjo antes.
Pese a ello, aseguró que la Policía de Carreteras regional debe actuar en conjunto con la federal en las principales vías que conectan Sao Paulo y Río de Janeiro.