ANKARA, 27 feb (Xinhua) -- Turquía envió cientos de fuerzas especiales de la policía y la gendarmería al norte de Siria, lo que indica una nueva etapa de su gran ofensiva contra las milicias kurdas conforme se avecinan los enfrentamientos urbanos.
El más reciente despliegue militar de Turquía busca crear una zona segura en su frontera con Siria.
El 20 de enero, las fuerzas turcas y sus rebeldes aliados sirios emprendieron la Operación Rama de Olivo en la región siria de Afrin para expulsar a las Unidades de Protección Popular (YPG) consideradas por Ankara una filial del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
"Las fuerzas especiales se preparan para la nueva batalla que se acerca", dijo el viceprimer ministro turco Bekir Bozdag al canal NTV.
Las fuerzas especiales de la gendarmería y la policía participarán en los enfrentamientos urbanos y mantendrán el control de las aldeas capturadas por las fuerzas turcas, a pesar de las advertencias internacionales.
La mayoría de las localidades de Afrin siguen bajo control de las YPG y el avance de las tropas turcas podría conducir a algunos enfrentamientos urbanos, según observadores.
"Se avecina una nueva etapa del combate porque, tras haber capturado pequeñas aldeas, siguen los asentamientos más poblados en el camino de los soldados", dijo Deniz Zeyrek, comentarista político y columnista del diario Hurriyet.
TURQUIA FORMA MEDIA LUNA EN SIRIA
Medios estatales turcos confirmaron que el ejército turco tomó el control de la orilla exterior de Afrin, lo que crea de facto una zona segura fronteriza y una "media luna" de control en la parte siria de la frontera.
Mientras las tropas turcas avanzan en Siria en una incursión indefinida, Turquía señaló el sábado que la demanda del Consejo de Seguridad de una tregua de 30 días en Siria no aplica a su ofensiva en Afrin.
"Algunas regiones como Ghouta Oriental son parte de la decisión de cese al fuego de la ONU, pero Afrin no es una de ellas", dijo Bozdag, también vocero del gobierno.
La tregua no aplica a las operaciones militares contra el Estado Islámico, Al Qaeda y grupos vinculados con ellos u otros grupos designados como organizaciones terroristas por el Consejo de Seguridad.
El lunes, durante una conversación telefónica sostenida con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el presidente francés Emmanuel Macron insistió en que la operación turca está incluida en la decisión de la ONU.
Turquía considera a las YPG una extensión del PKK que ha librado una insurgencia de tres décadas en el sureste de Turquía. El PKK es considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, pero las YPG son el principal aliado de Washington en el combate al Estado Islámico en el noreste de Siria.
TURQUIA PODRIA ABSTENERSE DE ENTRAR A AFRIN
Sin embargo, algunos expertos han afirmado que Turquía terminará cediendo a la presión internacional y se abstendrá de entrar a Afrin.
Kerim Has, profesor turco de la Academia Estatal de Moscú, dijo que ni Rusia ni Estados Unidos desean que la operación turca se convierta en una guerra urbana.
Rusia, un importante actor y socio militar del régimen sirio, tolerará sólo durante algún tiempo al ejército turco cerca de Afrin, dijo Has.
"Entonces, Rusia presionará a Ankara y Damasco para que dialoguen y lleguen a un acuerdo", dijo Has, quien señaló que Moscú aprobó la ofensiva turca únicamente para establecer un acercamiento entre Ankara y Damasco y luego una reconciliación, conforme a su política de evitar que Ankara se ponga del lado de Washington en la crisis siria.
Por el momento, la operación turca ha generado tensiones entre Ankara y Damasco. El gobierno sirio describió la operación como una violación de la soberanía del país y envió milicias para reforzar a los kurdos de Afrin en su resistencia contra las tropas turcas.
Ankara negó los informes e indicó que las fuerzas favorables al gobierno sirio no entraron a la región.
Erdogan ha dado a entender que la operación turca durará unos meses, aunque al principio se suponía que sólo tardaría unas semanas.
El líder turco también repitió ante una multitud de simpatizantes del avance de las tropas turcas que el sitio de Afrin es inminente.
Para ayudar a las fuerzas turcas también se desplegó en Afrin a los Halcones Kurdos, una fuerza de 600 kurdos entrenada por el ejército turco, bajo el liderazgo de rebeldes sirios apoyados por Turquía.
De acuerdo con especialistas en guerra, la unidad kurda también ofrecerá ayuda como traductores en caso de un conflicto urbano.
Los funcionarios turcos han rechazado rotundamente las preocupaciones por víctimas civiles expresadas por las YPG y han afirmado que se ha tomado el máximo cuidado para evitar daños secundarios.