BEIJING, 15 mar (Xinhua) -- ¿Cómo debe uno describir la interacción entre las culturas china y occidental? El escultor chino Wu Weishan tiene una idea: yuxtaponiendo al pintor chino Qi Baishi y al artista Leonardo da Vinci.
Una de sus obras más conocidas es una escultura en la que Qi sostiene un largo bastón y Da Vinci está a su lado señalando al cielo con el dedo índice. La obra se titula "Conversación que cruza el espacio y el tiempo entre Da Vinci y Qi Baishi".
"A pesar de sus diferentes formas de expresión, ambos artistas dedicaron su vida a la búsqueda de la verdad de la belleza y las emociones humanas. Tiene perfecto sentido que pudiesen tener una conversación a través del tiempo y el espacio", contó Wu.
Qi, nacido en 1864 y fallecido en 1957, fue uno de los más destacados artistas de China del siglo XX. Sus trabajos presentan animales, paisajes, vegetales y otros objetos cotidianos.
La obra de Wu, en exposición permanente en el Museo Nacional de Roma, capital de Italia, sirve de ejemplo de la exploración que Wu lleva haciendo toda su vida artística de las relaciones entre las culturas de China y Occidente y sus intenciones de tender puentes entre ambas usando la "sabiduría de las manos", tal como dijo el antiguo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas Ban Ki-moon.
"Las diferencias geográficas y raciales pueden separarnos, pero en lo profundo, la gente de todo el mundo comparte la misma búsqueda del progreso, la virtud y la belleza", reflexionó Wu, de 56 años, que es el director del Museo Nacional de Arte de China.
En las últimas dos décadas, Wu ha hecho más de 500 esculturas de figuras históricas y culturales del mundo, que le han dado numerosos reconocimientos internacionales, entre los cuales está el premio Pangolin de la Asociación Real Británica de Escultores en 2003.
"Tengo un solo criterio para elegir a los sujetos de mis trabajos: todos han hecho contribuciones a la civilización", explicó el escultor chino.
Wu, también miembro del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh), ha entregado varias propuestas sobre temas culturales a los encargados de elaborar políticas, como la que insta a una mentalidad más abierta en las interacciones culturales con el mundo exterior.
"Hoy hablamos con frecuencia de la confianza cultural, pero eso no quiere decir que debamos aferrarnos a nuestro pasado y ser complacientes. Por el contrario, tenemos que abrazar las diferentes culturas e intentar crear nuevos idiomas artísticos mediante las interacciones e intercambios", destacó Wu.
El artista chino también ha sido crítico durante años con la complacencia cultural en algunas escenas del arte contemporáneo de China.
Ha habido una tendencia entre algunos artistas chinos a intentar agradar a Occidente afeando al pueblo chino, afirmó Wu en un debate en paralelo a la sesión anual de la CCPPCh, en el que añadió que "ello ha llevado al mundo a entender mal a China".
Por su parte, Wu ha trabajado para promover las obras clásicas chinas en el mundo, por lo que el Consejo de Estado, el gabinete chino, le otorgó el título de "Embajador de Buena Voluntad de las Voces de China" en 2016.
"Los valores e ideas tradicionales de China, en especial el espíritu de la poesía que ensalza el romanticismo, son bien acogidos en el mundo", afirmó el artista.