TRIPOLI, 28 mar (Xinhua) -- La ciudad libia de Zintan organizó hoy una reunión de reconciliación con representantes de la ciudad rival de Misurata por primera vez desde que grupos armados de ambas ciudades lucharon en 2014 en Trípoli.
La reunión fue organizada por el consejo militar de Zintan y contó con la participación de representantes militares y tribales de ambas ciudades.
"Esta reunión se produce después de años de guerra y separación entre las dos ciudades. Es momento de adoptar la reconciliación como una opción para resolver las diferencias y negar la oportunidad para aquellos que desean que continúen las diferencias entre nosotros", dijo Mukhtar al Akhdar, funcionario del consejo militar de Zintan.
"Hemos alcanzado la etapa de paz y reconciliación de la violencia y las armas. No debemos regresar a los enfrentamientos entre libios. Más bien, trabajaremos por promover la reconciliación, especialmente con nuestros hermanos de Misurata", añadió al Akhdar.
"Nuestra presencia hoy es para mostrar las buenas intenciones con nuestros hermanos de Zintan. Recordamos bien su importante papel en la revolución del 17 de febrero de 2011", dijo Ibrahim Ben Rajab, jefe del consejo militar de Misurata.
Rajab también invitó a los representantes de Zintan a asistir a una reunión similar en Misurata para acordar un mapa de ruta para la reconciliación en el país.
Sha'ban al Marhani, jefe del comité de reconciliación tribal de Zintan, dijo que "los librios han alcanzado una etapa de odio a las hostilidades entre ellos porque la guerra y los enfrentamientos han trastornado la vida de muchas ciudades".
La reunión entre Zintan y Misurata es la primera de su tipo desde que en julio de 2014 se desató la violencia entre grupos armados de las dos ciudades en Trípoli, lo que generó las actuales divisiones políticas del país.
Después de un mes de intensos enfrentamientos que dejaron cientos de muertos y heridos en ambas partes, las fuerzas de Misurata se apoderaron de Trípoli y expulsaron a las fuerzas de Zintan.
Los enfrentamientos causaron gran destrucción en la ciudad, principalmente en el Aeropuerto Internacional de Trípoli, y obligaron al cierre de todas las misiones diplomáticas y embajadas en la capital.