URUMQI, 28 mar (Xinhua) -- El arado de la tierra para plantar el algodón ha sido mucho menos arduo en la temporada de siembra de esta primavera en la región autónoma uygur de Xinjiang, el área de cultivo más grande de esta materia prima en China. ¿La razón? Ahora los algodoneros cuentan con tractores autónomos.
Tres de estos vehículos realizan por estos días una demostración en una plantación de algodón de 3 hectáreas en el distrito de Kuqa de la prefectura de Aksu, arando, rastrillando, sembrando, fertilizando e incluso mantillando, todo de forma automática.
Las máquinas fueron desarrolladas conjuntamente por Lovol, una de las empresas nacionales más reconocidas en la fabricación de equipos agrícolas, y la Universidad Agrícola del Sur de China (UASCh), como parte de la estrategia del país para promover la agricultura inteligente.
Recurriendo a sistemas automáticos de navegación, los tractores están programados para moverse en una misma dirección a una velocidad constante y a la vez desempeñar varias tareas. Todo lo que deben hacer los operarios es accionar un botón en una pantalla táctil en la cabina del vehículo. Y en lugar de tener que permanecer en el habitáculo, pueden recorrer el sembradío o supervisar desde fuera el desempeño de la máquina.
"Estos tractores nos ayudan a cultivar mejor. Ellos siembran en líneas más rectas y de forma más pareja", dice Liu Weiwu, miembro de una cooperativa local que cosecha 933 hectáreas de algodón. Liu ya compró siete de estos equipos.
Una siembra dispareja resulta en un uso ineficiente de la tierra y posteriormente causa dificultades a la hora de podar y recoger, justifica el cultivador.
Para automatizar completamente el proceso, "lo primero que debemos hacer es incrementar la precisión de la siembra", sostiene, a su vez, Luo Xiwen, profesor de la UASCh.
Anteriormente, los conductores de los tractores dependían por entero de su cálculo visual para realizar la siembra.
"Es muy difícil acertar cuando no se cuenta con un objeto de referencia, especialmente en Xinjiang, donde los campos de algodón son tan vastos", explica Luo. Cuenta que antes, los campesinos debían ir corriendo detrás de la máquina para medir el espacio entre los surcos con metros. "Era extenuante", agrega.
El año pasado, Xinjiang producjo el 74,4 por ciento del algodón de China, de acuerdo con el Buró Nacional de Estadísticas. Con 520.000 hectáreas de campos de algodón, Aksu aporta un tercio del total nacional.
"Si utilizamos cultivadoras automáticas, podemos ahorrarnos 370 yuanes (59,2 dólares) por mu (666,7 metros cuadrados)", asegura Rokhman Kurban, del departamento de agricultura de la prefectura.
Algunos cultivadores empezaron a recoger el algodón manualmente en octubre pasado y solo vinieron a terminar en enero de este año, debido a la escasez de mano de obra.
"Con las máquinas, los agricultores pueden completar todo el proceso en octubre, cuando usualmente el precio del algodón es más alto", señala Rokhman Kurban.
Con el fin de impulsar la agricultura automatizada, este año se cultivarán con máquinas 100.000 hectáreas de algodón.
"La automatización se ha convertido en la clave del desarrollo de la agricultura moderna. Este es el momento apropiado para que China desarrolle una tecnología agrícola capaz de liderar al mundo", asegura Luo, y agrega que los tractores autónomos son "solo el comienzo".