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COMENTARIO: Salida de EEUU de Consejo de Derechos Humanos de ONU es un nuevo acto de unilateralismo

Por Zhu Dongyang y Liu Chen

WASHINGTON, 19 jun (Xinhua) -- Estados Unidos anunció este martes su retirada del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la más reciente medida de su unilateralismo caracterizado por una soberbia imprudente en los asuntos de derechos humanos.

Con respecto al motivo de la decisión, la representante permanente de EEUU ante la ONU, Nikki Haley, citó el decepcionante proceso de reforma del organismo de derechos humanos de las Naciones Unidas, la supuesta descalificación de algunos miembros, la falta de apoyo a EEUU de parte de otras naciones con ideas similares y "el enfoque desproporcionado y la hostilidad sin fin hacia Israel" en el consejo.

Las causas no publicadas, no obstante, podrían incluir las críticas de los líderes de la ONU a la reciente separación de unos 2.000 niños de sus padres inmigrantes ilegales en EEUU y su reticencia de pagar la cuota de membresía, que la administración de Trump considera un gasto que no ha dado los dividendos suficientes en ciertos asuntos domésticos e internacionales.

La salida de EEUU subrayó una vez más la indiferencia de Washington hacia las autoridades y los objetivos de la ONU. Su anhelo por establecer fechas límites para las consultas multilaterales y las amenazas de retirarse se han encontrado, como era de esperarse, con un trato frío incluso entre sus aliados.

Tampoco es sorprendente la negligencia de la administración de Trump ante la creciente hostilidad nacional contra las minorías étnicas, como musulmanes y mexicanos, específicamente el atropello de sus derechos humanos.

Lo incomprensible, no obstante, consiste en las tácticas que utiliza EEUU para presionar las reformas de una organización o tratado a través de amenazas de retirarse, promover los derechos humanos a través del ataque a otros sin hacer una autoreflexión, y aplicar un doble rasero cuando un asunto de derechos humanos está en contra de sus propios intereses.

Su salida también es una muestra más del papel que los temas de derechos humanos tienen como instrumento para sus objetivos políticos. Su desempeño en las políticas domésticas y extranjeras ha reducido otra vez más los llamados valores universales y las normas internacionales que ha jurado defender.

Además del Consejo del Derechos Humanos de la ONU, el Gobierno de Trump ha retirado a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París, el compacto global de migración de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y el acuerdo nuclear de Irán. No se siente tímido de enfrentarse a los países, amigos o enemigos, y en temas sensitivos como el estátus de Jerusalén y los aranceles del comercio.

Detrás de estas medidas ha estado el victimismo asumido por Estados Unidos, la creencia que los intereses estadounidenses han sido menospreciados por otros, y por eso Washington debe hacer todos los esfuerzos para corregirlo.

El unilateralismo de EEUU ha fracasado hasta el momento en traer beneficios para los ciudadanos estadounidenses. Además la caída mundial de la confianza en su imagen moral, EEUU también se enfrenta al deavío de sus aliados, vecinos resentidos, más masacres y conflictos en el Oriente Medio, y una inminente guerra de negocios que envuelve a todo el mundo.

La impaciencia ha crecido en todo el mundo ante las apelaciones y visiones de Estados Unidos. Palestina ha declarado su rechazo al plan estadounidense en sus relaciones con Israal; Alemania ha rechazado alcanzar el límite de defensa compartida e Irán ha amenazado con aumentar su nivel de enriquecimiento de uranio.

Después de que Washington empezó a blandir su "gran garrote" arancelario, los miembros de la Unión Europea, Canadá, México, China, entre otros, han anunciado medidas retaliatorias.

Quizas solamente más medidas fallidas puedan hacer que Washingon se de cuenta que la mentalidad de suma cero y el unilateralismo no le ayudarán a alcanzar sus objetivos, cualquiera que ellos sean.