Los niños han comenzado hoy a probarse las máscaras y a aprender a bucear - EFE
Tailandia, 05/07/2018(El Pueblo en Línea) - Sin tiempo que perder por la amenaza de más lluvias torrenciales del monzón, los doce niños atrapados en una cueva de Tailandia junto a su entrenador de fútbol ya están aprendiendo a bucear para salir de allí lo antes posible. Aunque al principio se había especulado con la posibilidad de que se quedaran dentro de la gruta cuatro meses, hasta que ceda el agua que la inunda, la previsión meteorológica recomienda evacuarlos rápidamente. Como se esperan más precipitaciones para esta semana, ya que la época de lluvias no ha hecho más que empezar, el nivel del agua volverá a subir pese al drenaje de los últimos días y podría poner en peligro al grupo, que se ha refugiado sobre una roca en una caverna parcialmente anegada y podría quedarse sin oxígeno, según ABC.
Conscientes de que el tiempo corre en su contra, los equipos de rescate han empezado a enseñarles a los chicos a bucear, ya que tendrán que sumergirse en varios tramos para recorrer los cuatro kilómetros que les separan hasta la boca de la cueva de Tham Luang, enclavada al norte de Tailandia en la provincia de Chiang Rai. Como los menores se encuentran sobre una isleta rodeada de agua, tienen que sumergirse dos veces, primero 400 metros y luego 150 metros, para atravesar una cavidad apodada «La Playa de Pattaya». Desde ahí, deben caminar y escalar otros 400 metros por otra zona que está seca hasta llegar a un pasadizo de 15 de metros de ancho donde también habrán de bucear, ya que el agua llega a una altura de cinco metros. Desde ahí, les quedan otros tres kilómetros a nado hasta la entrada de la cueva.
Como ya han advertido los expertos, se trata de una operación sumamente arriesgada porque tendrán que atravesar grutas muy estrechas y con fuertes corrientes de agua donde apenas podrán ver nada, ya que están llenas de fango. El recorrido es tan difícil que los buzos profesionales que han llegado hasta los niños han tardado tres horas, que serán más cuando tengan que ayudar a los menores a seguir el trayecto marcado con una cuerda bajo el agua. Con entre 11 y 16 años, será complicado que los chicos no entren en pánico durante tan claustrofóbico camino.