El planeta templado Ross 128 b, con su estrella madre enana roja de fondo - ESO / M. Kornmesser
Madrid, 12/07/2018 (El Pueblo en Línea) - El otoño pasado, el mundo se entusiasmó con el descubrimiento de un planeta extrasolar llamado Ross 128 b, que se encuentra a solo 11 años luz de la Tierra. Este mundo parecía muy prometedor por tener una masa comparable a la de nuestro planeta y girar en torno a una estrella enana roja caracterizada por su estabilidad. ¿Podría ser un gemelo de la Tierra?
Para saberlo, un equipo internacional de investigadores ha determinado por primera vez la química de su estrella anfitriona, Ross 128. Comprender qué elementos están presentes en una estrella y en qué abundancia puede ayudar a los investigadores a estimar la composición de los exoplanetas que las orbitan, lo que les permite predecir cuán similares son a la Tierra, según ABC.
Al igual que Ross 128, alrededor del 70% de todas las estrellas de la Vía Láctea son enanas rojas, que son mucho más frías y más pequeñas que nuestro Sol. Y los astrónomos estiman que muchas de ellas albergan al menos un mundo a su alrededor. Varios sistemas planetarios con enanas rojas han sido noticia en los últimos años, incluyendo Próxima b, un planeta que orbita la estrella más cercana a nuestro propio Sol, Proxima Centauri, y los siete planetas de TRAPPIST-1, que no es mucho más grande que el Júpiter de nuestro Sistema Solar.
Utilizando el instrumento espectroscópico APOGEE del Sloan Digital Sky Survey, el equipo midió la luz infrarroja cercana de la estrella para determinar abundancias de carbono, oxígeno, magnesio, aluminio, potasio, calcio, titanio y hierro.
El equipo determinó que Ross 128 tiene niveles de hierro similares a los de nuestro Sol. Aunque no fueron capaces de medir su abundancia de silicio, la relación de hierro a magnesio en la estrella indica que el núcleo de Ross 128 b debería ser más grande que el de la Tierra.