Descubren la primera fuente de rayos cósmicos |
Londres,13/07/2018(El Pueblo en Línea)-Por primera vez desde que los rayos cósmicos fueran descubiertos en 1912, un equipo internacional de investigadores ha conseguido localizar uno de los puntos de origen de estos chorros de partículas de altísima energía que bombardean continuamente la Tierra. El hallazgo se acaba de publicar en la revista «Science».
Desde que el mundo es mundo, la Tierra sufre el bombardeo constante de millones de partículas de alta energía procedentes del espacio profundo. Al colisionar con los átomos de la atmósfera, esos diminutos proyectiles que nos llegan casi a la velocidad de la luz ponen en marcha toda una serie de reacciones nucleares, generando nuevas partículas que vuelven a chocar con otros átomos en una reacción en cadena. El resultado es una auténtica «cascada» de partículas secundarias que terminan por caer sobre nuestro planeta y que pueden ser detectadas por los instrumentos de los científicos, según el diario ABC.
Sin embargo, nadie había conseguido aún determinar su procedencia. La energía a la que esas «colisiones atmosféricas» se producen es cien millones de veces superior a la que es posible alcanzar en los mejores aceleradores, las herramientas más poderosas y sofisticadas de cuantas manejan los físicos.
Conocidas por el nombre de «rayos cósmicos», investigadores de todo el mundo llevan ya más de un siglo (se detectaron por primera vez en 1912) tratando de averiguar, sin éxito, de dónde vienen estas energéticas partículas espaciales. Sabemos que las «fuentes» de las que manan deben ser fenómenos de extraordinaria violencia, situadas a miles de millones de años luz. ¿Pero dónde exactamente? ¿Qué clase de eventos, además, podrían generar un haz de energía capaz de cruzar la inmensidad del Universo y llegar hasta nosotros con semejante fuerza?
Ahora, un equipo internacional de científicos ha localizado, por primera vez, una de esas fuentes de rayos cósmicos. Y lo ha hecho siguiendo la pista de los neutrinos de alta energía surgidos al mismo tiempo y del mismo lugar del que manan las partículas. La extraordinaria noticia ha merecido esta semana dos artículos y la portada de «Science».