LA HABANA, 15 jul (Xinhua) -- La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró hoy domingo en La Habana que el también ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien cumple una condena de 12 años y un mes de prisión por el supuesto delito de corrupción, es la "esperanza" para el país sudamericano.
"Lula hoy es nuestra esperanza y ellos (derecha) piensan que nosotros vamos a sacar a Lula del proceso electoral, no lo vamos a hacer. Lula cada día que pasa se acerca más a la urna y es lo que nosotros más queremos", declaró a la prensa la ex mandataria.
Rousseff recordó que Lula cumplió 100 días "detenido injustamente" y que a su parecer, la justicia de Brasil dejó de ser imparcial y pasó a condenar a un inocente y perseguirlo políticamente.
De acuerdo con Rousseff, el actual candidato presidencial por el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, tiene grandes posibilidades de ser electo presidente en octubre próximo, pues encabeza las encuestas de intención del voto.
Encarcelado desde el 7 de abril pasado en la sede de la Policía Federal de Curitiba, en el sur brasileño, Lula lidera los sondeos de intención del voto con más del 30 por ciento.
"Hoy Lula está preso para que no sea candidato presidencial, para que no sea electo presidente, porque él, incluso preso, cada día que pasa tiene mayor apoyo popular", aseveró la ex presidenta brasileña.
Explicó que para lograrlo, no obstante, debe ser absuelto antes del 15 de agosto, fecha en la que puede quedar oficialmente inhabilitado por el Tribunal Superior Electoral si continúa en prisión.
Lula da Silva está acusado de delitos como corrupción pasiva, lavado de dinero, tráfico de influencia y organización para delinquir.
Hace sólo tres días, Lula fue absuelto en un caso de presunta obstrucción a la justicia, luego de que un juez federal consideró que no existen pruebas suficientes para sustentar la denuncia.
En reiteradas ocasiones, el ex presidente brasileño se ha declarado inocente de todas las acusaciones que pesan en su contra y las considera una "conspiración" para alejarlo de su tentativa de volver al poder con las elecciones de octubre.
"En Brasil dieron un golpe y Lula puede parar ese golpe y hacer crecer nuevamente a Brasil, disminuir las desigualdades brutales que existen en mi país", sentenció Rousseff.
"Y al mismo tiempo, tejer relaciones internacionales activas y no sometidas a los Estados Unidos y a las grandes potencias", agregó la política brasileña.
Dijo que por ese motivo acude acude al XXIV Encuentro del Foro de Sao Paulo, que sesionará del 15 al 17 de julio en la ciudad de La Habana, para recabar la solidaridad de los partidos y movimientos progresistas de la región.
La ex mandataria, destituida en agosto de 2016 tras un juicio político iniciado en el Congreso brasileño por supuestas violaciones a normas fiscales, recalcó que América Latina y el Caribe enfrentan "situaciones difíciles".
En ese contexto, la reunión en Cuba es "muy importante y simbólica", pues propicia el debate y la reflexión en torno a la necesidad de privilegiar la integración para afrontar los desafíos existentes.
"Nosotros llegaremos a formar un consenso de lucha y resistencia. Hemos enfatizado en respetar los acuerdos, los consensos a pesar de las diferencias", expresó.
"Nadie va a acabar con las diferencias, pero lo que sí quiere toda la izquierda latinoamericana, es acabar con esa situación de absoluta desigualdad", agregó Rousseff.