MADRID, 23 jul (Xinhua) -- España acudirá a la Organización Mundial del Comercio (OMC) si Estados Unidos ratifica esta semana su decisión de aumentar aranceles a la aceituna negra española, uno de los productos más emblemáticos de su cultura gastronómica, anunció hoy la ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.
"Respaldaremos la decisión de acudir a la OMC para impedir el cargo arancelario estadounidense a la importación de este producto y que afecta directamente a la economía española", dijo Maroto en un comunicado difundido por el gobierno de España.
La ministra señaló que España seguirá las directrices de la Unión Europea (UE) y llevará al organismo mundial la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El pasado 12 de junio, Estados Unidos anunció la decisión de aumentar los impuestos de entrada al país de la aceituna negra española, producto con gran aceptación fuera de España, al pasar de un arancel del 21,6 por ciento a uno del 34,75 por ciento.
La decisión estadounidense puede ser fundamental en el devenir de un producto estratégico para la economía española.
España cuenta con importantes plantaciones de olivos, cuyos frutos son base de su alimentación y se relacionan de manera directa con la economía de muchas regiones, en especial en el sur del país.
"La decisión del Ejecutivo norteamericano se tomó de manera arbitraria, realizando una evaluación incorrecta y sin otorgar tiempo para su defensa, por lo que se ha creado una indefensión", dijo.
La ministra española expresó lo anterior tras reunirse en la ciudad de Bruselas, Bélgica, con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Indicó que la maniobra de Estados Unidos es además "un ataque de forma indirecta" a la política agraria común de la UE.
Pero la aceituna no es la única preocupación para el comercio español relacionada con Estados Unidos.
Maroto afirmó estar también preocupada por la actitud de Trump en el terreno automotriz.
Según el Ministerio de Industria de España, Trump insinuó que podría imponer aranceles que rondan el 20 por ciento a vehículos importados de varios países de la UE, entre ellos España, uno de los principales fabricantes de automóviles del mundo.