LA PAZ, 24 jul (Xinhua) -- El gobierno boliviano anunció hoy la construcción de una decena de plantas de tratamiento de aguas residuales para descontaminar el lago Titicaca, el más alto del mundo y que comparte con Perú, con una inversión de 86 millones de dólares.
La viceministra boliviana de Agua Potable y Servicios Básicos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, Julia Collado, dijo en entrevista con Xinhua que las plantas podrán comenzar a operar en 2020 o 2021 para mitigar la contaminación de las aguas residuales que llegan al lago Titicaca desde los municipios colindantes.
El plan de descontaminación del lago Titicaca comenzó hace un año, e incluye un "plan maestro de gestión integral de residuos sólidos", el cual pretende la recolección y el reciclaje de la basura del lago y cerrar todos los "botaderos" (basureros) a cielo abierto de la zona.
Según la información del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, en los últimos años el Titicaca ha sido cubierto con una franja gris conformada por desechos domésticos y residuos generados por la minería.
Además de las afectaciones a la fauna y flora del lugar por la contaminación, los pobladores de las riberas del lago ven mermada su salud.
Más de 20 ríos desembocan en el lago navegable más alto del mundo de 4.000 metros de altitud.
La basura doméstica, los residuos de mercados, aguas servidas, los desperdicios de hospitales y de negocios provenientes de varias poblaciones aledañas, terminan estancados en las orillas del Titicaca.
En Bolivia, el 60 por ciento de las aguas residuales no pasan por una planta de tratamiento, lo cual genera altos niveles de contaminación de afluentes y tierras.
La falta de recursos técnicos y económicos en municipios y operadoras de agua dificultan la implementación de unidades de saneamiento del líquido.
La ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales de Puchukollo, en la ciudad de El Alto, contigua a La Paz, y la construcción de otras similares en una decena de poblaciones ribereñas del lago Titicaca, forman parte del plan gubernamental para combatir la contaminación en la región lacustre.
El Ministerio de Medio Ambiente y Agua desarrolla el Plan de Gestión Ambiental, el cual incluye el plan director de la cuenca Katari y el lago menor del Titicaca.
En el mismo se identifica a la Bahía de Cohana como el sector más afectado.
La problemática ambiental en esa área es de gran preocupación para las autoridades y pobladores, debido a que la basura generada en la cuenca alta, en los ríos que cursan las ciudades andinas de El Alto y Viacha contamina suelos y fuentes de agua, especialmente en la región del lago Titicaca.
De acuerdo con la viceministra, más de 72.000 kilómetros cuadrados de basura se extienden en esa zona altiplánica que contamina ríos.
"Es importante desarrollar inversiones para la descontaminación, pero es fundamental que los ciudadanos contribuyan en la solución de los problemas de contaminación, por eso hemos lanzado este Plan de Gestión Ambiental", con esfuerzos conjuntos de sensibilización y modificación de hábitos para preservar la "Madre Tierra", manifestó.
Según Collado, la población alteña crece cada año un 4 por ciento, y en 2060 tendrá unos cuatro millones de habitantes, lo cual provocará una mayor presión sobre el ecosistema del lago si no se inician acciones preventivas de inmediato.
La viceministra señaló que la Autoridad Binacional Autónoma del Lago Titicaca (ALT) coordina las acciones para reducir el daño en la Bahía de Cohana en Bolivia y la Bahía de Puno en Perú, además se conformó una mancomunidad de municipios de ambos países para ejecutar trabajos de mitigación ambiental.
La ALT desarrolla, después de 40 años, una batimetría del lago compartido por dos naciones.
El estudio, que se extenderá hasta diciembre de este año, consiste en medir las profundidades del lago y conocer las características de su lecho para establecer la distribución de plantas y animales en sus diversas capas o zonas.
Collado recordó que los diferentes análisis fueron encomendados al Servicio Nacional Hídrico Naval (SNHN) de Bolivia y a la Dirección Hidrográfica Naval (DHN) de Perú.
La primera etapa de este proceso se efectuó en el sector peruano, por lo tanto, el trabajo que comenzó a mediados de junio corresponde al sector boliviano.