BERLIN, 21 ago (Xinhua) -- El gobierno alemán indicó hoy que desea la construcción de una nueva red alternativa de gasoductos para transportar gas natural del Caspio a través de Turquía hacia Europa.
"Tenemos un interés importante en desarrollar aún más el corredor del Sur", en oposición al corredor del Norte para el suministro de gas entre Rusia y Europa, dijo un vocero del gobierno antes de la visita que realizará la canciller alemana, Angela Merkel, a las repúblicas del Cáucaso de Azerbaiyán, Georgia y Armenia.
Durante varios años, la Unión Europea (UE) ha analizado la posibilidad de conectar las redes de gas europeas a las rutas de gasoductos actualmente en construcción de Turkmenistán-Afganistán-Pakistán (TAP) y Transanatoliano (Tanap).
"Esto es parte de la estrategia de diversificación de la UE para tener acceso a gas de otras regiones no europeas", explicó el vocero.
A pesar de la disputa diplomática derivada de la negativa de Azerbaiyán a permitir la entrada de un miembro de la delegación oficial alemana al país, el gobierno federal reiteró que la canciller viajará hoy a Bakú como estaba previsto.
El vocero describió a Azerbaiyán como un país de mucha importancia geopolítica para el suministro mundial de energía, pero señaló que Berlín también está abierto a importar gas natural de otros países como Turkmenistán, Irán e Irak.
Aunque aún se desconoce la ruta final exacta de cualquier gasoducto transcaucásico, los cinco países alrededor del mar Caspio primero tienen que lograr un acuerdo pendiente para desarrollar la infraestructura necesaria para un corredor meridional entre Europa y la región abundante en recursos.
Además, los volúmenes de gas natural que podrían transportarse por los gasoductos TAP y Tanap se ubican significativamente por debajo de lo que ofrece el gasoducto Corriente del Norte que ya ofrece un vínculo directo entre Rusia y Alemania por el mar Báltico.
Estados Unidos se ha pronunciado en repetidas ocasiones en contra del gasoducto Corriente del Norte 2 actualmente en construcción, un segundo proyecto energético ruso-alemán a través del Báltico, por estar motivado por fines políticos y desprovisto de valor económico.
No obstante, los líderes empresariales alemanes han mantenido hasta ahora un firme apoyo al gasoducto que fue propuesto por primera vez en 1995.
Sobre las críticas del presidente estadounidense Donald Trump, el Comité Oriental de Economía Alemana (Ost-Ausschuss) advirtió recientemente a Berlín que no debe retractarse del Corriente del Norte 2 en respuesta a la presión de Washington.
"Corriente del Norte 2 es un proyecto de compañías energéticas europeas basado en cálculos económicos claros: las rutas a las nuevas áreas de producción en el norte de Siberia son más cortas y los costos de transporte son más bajos", dijo un vocero de la organización.