MEXICO, 27 ago (Xinhua) -- La inmunidad previa al dengue protege de los efectos de una infección por zika en embarazadas, de acuerdo con un estudio realizado por científicos del Instituto La Jolla para Alergia e Inmunología (LJI, por sus siglas en inglés), en el que participa el científico mexicano José Angel Regla Nava.
Regla Nava explicó hoy que la infección por virus del zika en mujeres embarazadas representa un riesgo importante: cuando el agente infeccioso cruza la barrera de la placenta puede ocasionar restricción del crecimiento uterino, aborto espontáneo y otros defectos congénitos.
El descubrimiento surgió tras una investigación, en la que Regla Nava y sus colaboradores documentaron que ratones adultos infectados con dengue fueron inmunes al zika.
"A partir de ahí, lo inquietante fue saber si el efecto de inmunidad sucedía en hembras embarazadas", comentó.
Por lo anterior, los investigadores infectaron hembras vírgenes con el virus del dengue un mes antes del contagio por el virus del zika, tiempo en que adquirieron la inmunidad.
La infección de la hembra por zika se realizó durante una etapa embrionaria temprana, siete días de gestación (que en humanos sería el primer trimestre del embarazo) y con ello probar si la inmunidad al dengue protegía del daño a las madres y sus fetos.
Al observar los resultados, los investigadores notaron que los fetos de las ratonas inmunes a dengue e infectados con el virus de zika tenían un aspecto y tamaño aparentemente normal, mientras que los animales que no fueron inmunizados tuvieron muerte fetal.
"Aquí vemos que el virus del dengue genera una especie de protección en las ratonas embarazdas", dijo el experto mexicano.
Dicha protección, abundó, se confiere por la inmunidad de las células T CD8, también conocidas con el nombre de linfocitos T citotóxicos, estas células son una importante herramienta contra patógenos intracelulares, como bacterias o virus.
Los especialistas descubrieron que el periodo de protección es corto, por lo que los investigadores trabajan en formas de aumentar esta inmunidad.
"Este hallazgo tiene importantes implicaciones en la comprensión de la historia natural del virus del zika, además de que abre la posibilidad para crear vacunas contra la enfermedad", refirió.
En la actualidad, la mayoría de las vacunas desarrolladas para combatir el virus del zika están orientadas en promover la respuesta de anticuerpos.
Sin embargo, una vacuna que induzca una respuesta de células T CD8, además de la respuesta de anticuerpos, pudiera conferir mayor protección en contra del virus del zika, comparada con aquellas diseñadas en solo una respuesta primaria a anticuerpos, agregó Regla Nava.
El virus del zika es un flavivirus transmitido por mosquitos que se identificó por vez primera en macacos en Uganda (1947).
En 1952, se identificó en el ser humano en Uganda y la República Unida de Tanzania.
Se han registrado brotes de enfermedad por este virus en Africa, América, Asia y el Pacífico. En la década de 1960 y 1980 se detectaron infecciones humanas esporádicas raras en Africa y Asia, generalmente acompañadas de enfermedad leve.