Brad Pitt y Jennifer Aniston avivan los rumores de reconciliación

Actualizado a las 06/09/2018 - 15:14

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Los Ángeles, 06/09/2018 (El Pueblo en Línea) - Brad Pitt, tras su divorcio con Angelina Jolie, no está pasando por sus mejores momentos. La lucha por la custodia de sus seis hijos y el coste de la separación están haciendo que a Pitt le pueda la presión. Este verano, el actor ha decidido desconectar y viajar hasta Europa para disfrutar de unos días de tranquilidad en la villa italiana de su gran amigo George Clooney. Pitt se ha llevado consigo a su hija Shiloh quien se ha visto muy afectada por la separación de sus padres, destaca ABC.

Lo sorprendente de estas vacaciones ha sido la supuesta visita de Jennifer Aniston, quien se encontraba en Milán para la producción de su nueva comedia: «Murder Mystery». Según recogen los medios italianos, la actriz aprovechó para disfrutar de unos días tranquilos en la villa.

Jennifer Aniston y Brad Pitt fueron pareja desde el año 2000 hasta el 2005, pero parece que después de 13 años, su relación sigue siendo especial. Tanto es así que la actriz comparte una gran química con la hija del actor, Shiloh. Otro de los motivos por los que Aniston decidiese acudir a la villa sería para dar todo su apoyo a la pequeña, que además de sufrir por el divorcio de sus padres, actualmente se encuentra inmersa en un tratamiento muy duro para cambiar de género, pues aunque nació niña siempre se ha sentido como un niño.

Un dicho muy conocido dice que «donde hubo fuego, cenizas quedan» y puede que esta vez entre Pitt y Aniston sea totalmente cierto. No es la primera vez que se habla de una posible reconciliación entre los actores, pues últimamente han sido visto juntos repetidas veces, la última en Londres: «Brad y Jen han estado en contacto esporádicamente a lo largo de los años, pero mucho más consistentemente desde que la actriz se separó de Justin», según fuentes cercanas a los artistas explican en la revista «Grazia». Después de su quedada en Londres y tras verlos juntos en la villa, las habladurías cobran más vida que nunca.