WASHINGTON, 10 sep (Xinhua) -- La administración Trump anunció hoy el cierre de la oficina de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en Washington y amenazó con sancionar a la Corte Penal Internacional (CPI) si emprende investigaciones contra Estados Unidos, Israel y otros aliados.
A pesar de las objeciones palestinas, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la decisión de cerrar la oficina en una declaración emitida hoy a mediodía con el argumento de que la OLP no ha tomado "medidas para impulsar el inicio de negociaciones directas y significativas con Israel".
La decisión también está relacionada con la preocupación estadounidense en relación con los intentos palestinos por promover una investigación de la CPI sobre Israel, se indicó en la declaración.
Poco después del anuncio, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, dio seguimiento al tema en un discurso pronunciado ante un grupo de expertos conservadores en Washington.
"La administración Trump no mantendrá abierta la oficina si los palestinos se niegan a tomar medidas para iniciar conversaciones directas y significativas con Israel", dijo.
Bolton también amenazó con imponer sanciones a jueces y fiscales de la CPI si inician una investigación contra Estados Unidos, Israel u otros aliados.
En su dura declaración, el ex embajador de Estados Unidos ante la ONU dijo que la CPI con sede en La Haya "no rinde cuentas a nadie", es "ineficaz y claramente peligrosa".
También amenazó con impedir el ingreso del personal de la CPI a Estados Unidos e incluso con enjuiciarlos si presentan cargos por crímenes de guerra contra elementos del ejército de Estados Unidos en Afganistán.
"Haremos lo mismo con cualquier compañía o Estado que ayude en alguna investigación de la CPI sobre estadounidenses", dijo Bolton.
En su discurso, el primer mensaje público importante desde que asumió su cargo, Bolton también reiteró el apoyo total de Estados Unidos a Israel, una postura que en general se cree que socava la credibilidad de Washington como mediador de las estancadas conversaciones de paz israelí-palestinas.
Importantes funcionarios palestinos, quienes recibieron con anterioridad información de la administración Trump sobre la decisión, condenaron enérgicamente la acción estadounidense, a la que calificaron de "imprudente" e "intimidatoria".
"Consideramos que esto no sólo es intimidatorio, creemos que tiene que ver con implementar la lista de deseos de Israel", dijo Husam Zomlot, representante palestino en Washington, en una entrevista.
Zomlot también dijo que los lazos entre Estados Unidos y los palestinos se encuentran en un "bajo nivel histórico".
Medios estadounidenses informaron el sábado que la administración Trump "reubicará cerca de 25 millones de dólares planeados originalmente para la Red de Hospitales de Jerusalén Oriental. Estos fondos se destinarán a proyectos de alta prioridad en otras partes".
En respuesta, la parte palestina describió la medida como "un acto de chantaje político" y señaló que causará "una seria inestabilidad y graves daños" a miles de pacientes y sus familias en toda Cisjordania y la Franja de Gaza.
La decisión estadounidense es la más reciente de una serie de acciones para recortar los fondos para los palestinos.
En agosto, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció la decisión de "reubicar" la ayuda económica para los palestinos por un valor de más de 200 millones de dólares.
Más tarde anunció que suspendería el financiamiento para la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (Unrwa).
Funcionarios palestinos han señalado que la decisión estadounidense concuerda con el intento de Trump por ignorar los temas finales del proceso de paz palestino-israelí y por "retirar de la mesa" los temas de Jerusalén y los refugiados.
Estados Unidos reconoció a Jerusalén como capital de Israel en diciembre del año pasado, lo que generó protestas globales.