NACIONES UNIDAS, 10 sep (Xinhua) -- El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió hoy más esfuerzos de los Estados miembros para combatir la corrupción.
La gente de todo el mundo sigue expresando indignación por la corrupción de sus líderes y por la profundidad hasta la cual está arraigada la corrupción en la sociedad. La gente tiene motivos para pedir que los grupos dirigentes políticos operen con transparencia y rindan cuentas, o que abran paso a quienes estén dispuestos a hacerlo, dijo.
"Hago un llamado a los líderes de todas partes para que escuchen y fomenten una cultura de integridad y para que empoderen a los ciudadanos para que hagan su parte en las bases. Todos debemos hacer más para combatir la corrupción, reforzar la gobernanza y construir instituciones confiables que puedan garantizar probidad y progreso para todos", dijo.
Los Estados miembros deben estar en la primera línea del combate a la corrupción. Es de especial importancia desarrollar la capacidad de las comisiones nacionales anticorrupción y los esfuerzos de los fiscales, indicó.
Los gobiernos también pueden ampliar los esfuerzos de combate a la corrupción garantizando que haya poderes judiciales independientes, una sociedad civil vibrante, libertad de prensa y protección efectiva de los informantes.
La comunidad internacional puede complementar estos esfuerzos trabajando de forma más efectiva contra el lavado de dinero, la evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos que han privado a los países de los muy necesarios recursos y que han alimentado aún más la corrupción, dijo el secretario general.
La corrupción puede ser detonante de conflictos, dijo. "Mientras ocurren los conflictos, la corrupción prospera. E incluso si el conflicto declina, la corrupción puede impedir la recuperación".
La corrupción impulsa la descomposición de las instituciones políticas y sociales y prospera con ella. Estas instituciones nunca están más en crisis que en tiempo de conflictos, dijo.
La corrupción está vinculada con muchas formas de inestabilidad y violencia, como el tráfico ilícito de armas, de drogas y de personas.
Las conexiones entre corrupción, terrorismo y extremismo violento han sido reconocidas en repetidas ocasiones por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General.
Los activos robados mediante corrupción pueden utilizarse para financiar otros delitos, incluyendo extremismo violento y actos terroristas, dijo Guterres.
Los estudios de corrupción a gran escala realizados por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito mostraron que el soborno de funcionarios públicos es particularmente alto en áreas afectadas por conflictos.
En situaciones de conflicto, las partes pertinentes como comisiones anticorrupción, sociedad civil y medios podrían estar debilitados o se podría obstaculizar el desempeño de su labor esencial.
Las consecuencias de la corrupción en momentos de conflicto pueden ser especialmente devastadoras porque pueden afectar las necesidades más básicas y exacerbar el hambre y la pobreza.
La corrupción está presente en todos los países, ricos y pobres, del norte y del sur, desarrollados y en desarrollo, dijo Guterres al Consejo de Seguridad.
El Foro Económico Mundial calcula que la corrupción cuesta al menos 2,6 billones de dólares, o 5 por ciento del producto interno bruto mundial.
De acuerdo con el Banco Mundial, empresas e individuos pagan más de un billón de dólares en sobornos cada año, dijo Guterres.