MADRID, 13 sep (Xinhua) -- El Congreso de los Diputados aprobó hoy exhumar los restos de Francisco Franco, que rigió España entre 1939 y 1975, del espacio donde se encuentra enterrado en el norte de Madrid.
El General Franco, que lideró al Ejército que se sublevó contra la República en 1936 y dio paso a la Guerra Civil Española que duró hasta 1939, deberá abandonar el Valle de los Caídos, un santuario construido tras la contienda por presos republicanos.
El Congreso de los Diputados decidió por 172 votos a favor, 164 abstenciones y 2 votos en contra que el Estado debe sacar los restos del dictador del lugar donde descansan más de 30.000 víctimas de la Guerra Civil.
El hemiciclo validó así el decreto del Gobierno socialista encabezado por Pedro Sánchez gracias a los votos de formaciones mayoritariamente de izquierdas, como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidos Podemos, entre otros.
La derecha conservadora del Partido Popular y los liberales de Ciudadanos decidieron abstenerse.
Destacaron los dos votos en contra de Jesús Posada y José Ignacio Llorens, dos diputados del Partido Popular, que dijeron haberlo hecho "por error".
El escritor e hispanista Paul Preston calculó en su libro "El Holocausto español" que más de 20.000 republicanos fueron asesinados después del final de la guerra, mientras que otros miles murieron más tarde en prisiones y campos de concentración.
Mientras tanto, la Plataforma de Desaparecidos en el Franquismo calcula que los cuerpos de 140.000 personas víctimas de Franco todavía permanecen sin identificar y enterrados en fosas comunes.
"Teníamos que tomar la decisión por razones éticas que se derivan de los valores democráticos (...) Era una anomalía tener a un dictador en un mausoleo estatal donde puede ser exaltado", afirmó la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
"No puede haber respeto, ni honor ni armonía, mientras los restos de Franco están en el mismo lugar que los de sus víctimas", continuó.
Además de los restos de Franco, en el Valle de los Caídos también se encuentran los restos de prominentes figuras de la extrema derecha, como José Antonio Primo de Rivera.