GRANADA, España, 7 oct (Xinhua) -- El medio rural español, antaño populoso y dinámico, sufre la despoblación causada por el éxodo de la población a las grandes ciudades, y el pastoreo de animales como el cordero se puede convertir en un arma para luchar contra este fenómeno.
Por este motivo, la Unión Europea ha lanzado una campaña para incentivar el consumo de este animal, que en el último año ha crecido el 1,6 por ciento en España después de una década en la que cayó un 30 por ciento, informó la patronal de la carne ovina, Interovic.
Según datos de la entidad, cada año se sacrifican en España diez millones de cabezas de cordero que, por tradición, se consumen especialmente en Navidad y Semana Santa, y juegan un papel importante en este ámbito.
"El cordero ayuda a mantener el medio ambiente. Consumir este espécimen del país contribuye a conservar estas áreas más desfavorecidas. De esta forma, se garantiza que esta población se quede en su lugar y puedan continuar sus vidas", afirmó el director gremial, Tomás Rodríguez, en entrevista exclusiva con Xinhua.
El mejor ejemplo de cómo el cordero fija a la población rural se vive en la sierra de Huércal (Granada, sur de España), un altiplano agreste situado a 700 metros de altura en el que el invierno es extremadamente frío y sufre potentes olas de calor en verano.
El municipio, de apenas 6.000 habitantes, ha encontrado en la producción de cordero una forma de sobrevivir. "Mas de 150 familias tienen corderos y el resto se encarga de otras partes de la fase de transformación y producción", contó Rodríguez.
Pero los beneficios de la cría del cordero no se limitan a factores económicos: el animal fomenta el cuidado de la naturaleza durante el pastoreo, en el que los rebaños caminan decenas de kilómetros cada día.
"Tienen una labor similar a la de las abejas. Realizan algo parecido a una polinización, ya que transportan semillas y otros estratos en su lana y en sus heces", explicó el empresario.
Por eso, a diferencia de otras zonas similares del sur de España, la sierra de Huércal no es un páramo baldío y desértico, sino que está peinado por lomas verdes que defienden contra el duro clima del lugar.
"No podemos olvidar que el cambio climático es una realidad y la desertización avanza. Gracias al pastoreo estas áreas sobreviven. El cuidado del cordero favorece al medio ambiente", afirmó Rodríguez.
Sin embargo, existe un fenómeno que amenaza la pervivencia del pastoreo del cordero. El propio éxodo rural lleva a la gente joven a las ciudades, atraída por las comodidades de las grandes urbes, y hace que cada día sea más difícil encontrar a alguien que se quiera dedicar a esta labor.
"Esta es una vida muy sacrificada. Te exige estar pendiente de los animales todos los días del año", explicó Adrián González, un pastor veterano que comenzó a salir con los corderos a los 11 años, cuando decidió que no quería estudiar más.
González pasa 12 horas todos los días con el rebaño y es pesimista con el futuro. "Ahora los jóvenes no quieren algo que les ate tanto. Quieren vivir bien, salir del pueblo y tener una vida cómoda. Dentro de 20 años no creo que quede nada de esto", se lamentó.
Sin embargo, la llegada de la tecnología ayuda a mejorar las condiciones de trabajo a la hora de seleccionar a los ejemplares, separarlos por peso para su consumo y, en última instancia, sacrificarlos.
España y la Unión Europea apuestan por potenciar el consumo de cordero, pero el argumento va más allá del sabor potente y redondo de su carne rosada.
"Es sostenible para el medio ambiente y, sobre todo, una de las últimas armas que poseemos para salvar el medio rural de España", expresó Rodríguez.