Por Cristóbal Chávez y Valentina Bastías
REQUINOA, Chile, 1 nov (Xinhua) -- Mediante la tecnología, los productores chilenos de frutas se esmeran por evolucionar y perfeccionar la calidad y variedad de sus productos que tendrán como destino final a China, un mercado que, según los empresarios es exigente pero muy codiciado.
Una de esas compañías es David del Curto (DDC), que esta semana cumplió 65 años de existencia y tiene más de 15 años exportando su producción frutícola a China.
El presidente del directorio de David del Curto, Michael Grasty, dijo a Xinhua que lo más importante en la producción de la fruta es la calidad, la condición y la inocuidad, porque la bandera de Chile va junto al producto a la hora de exportar.
"Cada persona que se come una manzana, una uva, una cereza chilena de alguna forma está sintiendo algo de lo que hacemos en Chile", explicó el empresario.
En la actualidad, DDC exporta a China uvas, carozos (duraznos), kiwis, manzanas y cerezas.
Para estar en línea con los nuevos desafíos que exigen los mercados internacionales, esta empresa reinauguró la semana pasada la Central Frutícola Requínoa, ubicada a una hora al sur de la capital chilena.
Se trata de una moderna planta que cuenta con tecnología de punta para procesar cerezas, kiwis, peras y carozos (duraznos).
La nueva maquinaria permitirá que el embalaje de los productos sea automatizado; además, de manera automática, las frutas se separarán por colores, características y país de destino.
Grasty explicó que esta tecnología no sólo sirve para que el trabajo sea más expedito y fácil para los empleados, sino que busca mejorar la calidad del producto.
"Esta posibilidad de usar la tecnología para identificar de mejor manera cada una de las frutas y al mercado donde van, es indispensable. El mercado de las frutas no tiene nada que ver con lo que era hace 65 años", comentó.
Por su parte, el ministro de Agricultura de Chile, Antonio Walker, señaló a Xinhua que la aspiración del gobierno chileno es que una caja de frutas sea como una caja de chocolates, "que en cualquier parte del mundo donde uno la abra, encuentre lo mismo. Eso se logra con tecnología".
Además, puntualizó que la digitalización y todas las células fotoeléctricas que se incorporan en estas máquinas son para hacer más precisa la clasificación de la fruta.
"Este tipo de inversiones para el país, para el gobierno, para la industria frutícola, son puras buenas noticias", indicó Walker, quien además destacó el trabajo de la empresa DDC como representante en el mundo de la producción silvoagropecuaria chilena.
Un informe publicado el pasado 18 de octubre por la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), de la cancillería chilena, detalló que las exportaciones chilenas de cerezas y arándanos han sido "excepcionales" en lo que va de 2018, impulsadas por las compras de China.
"En China, un consumidor de frutas prefiere consumir una manzana chilena que china, porque le da más seguridad. Eso nos ha costado 50 años en lograrlo y tenemos que mantenerlo", detalló Walker.
En este sentido, la gerente de Compras de la firma china Nanjing Green Sea Fruit Co., que desde hace tres años importa frutas desde Chile, Natalia Huang, valoró que David del Curto invierta en variedades nuevas "para mantenerse competitivo dentro del mercado chino, que cambia rápidamente".
Huang, quien además coordina envíos con la mayor exportadora de cerezas chilenas San Francisco Lo Garcés, expresó a Xinhua que "los chinos conocen mucho sobre Chile".
"Chile para nosotros no es un país desconocido, porque tienen vinos, salmón, frutas y cobre, entonces es conocido en China", indicó la ejecutiva.
Asimismo, dijo que no sólo importa mejorar la calidad de la fruta chilena a exportar, sino también la variedad, así como innovar en la cadena de conservación de los productos que llegan a China, "que por barco se demoran alrededor de un mes".
Tanto Michael Grasty como Antonio Walker coincidieron en que la apertura de los mercados a la fruta chilena y los avances en esta materia han derivado en un producto "extraordinario".
Ambos expresaron que las ventas a China "recién comienzan", y que el siguiente objetivo es alcanzar el interior del país, ya que "es la fruta chilena la que conquista a los consumidores".