MOSCU, 24 dic (Xinhua) -- Los intentos de Washington de tratar a Rusia como un instrumento para servir a los intereses de Estados Unidos están destinados al fracaso, declaró hoy el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.
"Somos satanizados con el objetivo de mantener a Europa disciplinada y fortalecer el vínculo Euro-Atlántico", dijo Lavrov en una entrevista con la agencia de noticias RIA Novosti, de acuerdo con una transcripción del Ministerio de Relaciones Exteriores.
"Esto también se refiere a los intentos para orquestar un cambio de poder en nuestro país o cambiar la política rusa, lo cual está dictado por el deseo de convertirnos en un instrumento para servir a los intereses de Estados Unidos, debido a que muchos en Washington sufren de esa ilusión", señaló.
Lavrov dijo que Rusia se ha acostumbrado a la influencia de "factores oportunistas asociados con la política interna de Estados Unidos" en las relaciones de Washington con Moscú, lo cual genera dificultades adicionales para la construcción de un diálogo.
Indicó que espera que los políticos estadounidenses recurrirán más activa y más persistentemente a los intentos por jugar la "carta rusa" ante de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre de 2020.
Rusia espera que esto no lleve a un mayor debilitamiento de las relaciones bilaterales, las cuales ya están en un terreno inestable, comentó Lavrov.
Por su parte, Rusia defiende consistentemente el desarrollo de un diálogo normal y predecible con Estados Unido con base en los principios de consideración y respeto mutuos hacia los intereses, dijo.
Pero hasta ahora, ese diálogo no ha sido posible debido a los incesantes intentos de Washington por ejercer presión económica, militar y política sobre Rusia, mencionó.
Como resultado, el trabajo en áreas importantes de la agenda bilateral e internacional, incluyendo las relacionadas con el mantenimiento de la estabilidad y la seguridad en el mundo, está estancado, indicó Lavrov.
Lavrov mencionó que la situación actual de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos no cambiará sino hasta que las élites estadounidenses den fin a los intentos por reducir a Rusia a un instrumento.