SHANGHAI, 2 ene (Xinhua) -- Cuarenta años atrás, también en enero, 3.000 cajas de Coca-Cola llegaron a Beijing y Guangzhou desde Hong Kong en tren, en lo que marcó el largamente anhelado regreso de la icónica bebida estadounidense a la parte continental de China.
El envío se produjo inmediatamente después de que la República Popular China y Estados Unidos establecieran relaciones diplomáticas, el 1 de enero de 1979, un evento histórico que ha cambiado el panorama político y económico del mundo en las últimas cuatro décadas.
"Psicológicamente, estábamos preparados para ese momento desde hacía mucho tiempo", rememora Zhang Jiantao, vicepresidente de Coca-Cola Greater China, la República de Corea y Mongolia. "Para una empresa multinacional como Coca-Cola, era imposible no explorar el mercado chino. No se trataba de si, sino de cómo regresar a la parte continental de China", agrega Zhang.
Siendo la primera compañía estadounidense en ingresar a la parte continental después de 1979, Coca-Cola se enorgullece de haber liderado el servicio a la gran cantidad de consumidores chinos y, finalmente, convertir al país en su tercer mayor mercado a nivel mundial, de acuerdo con Zhang.
Con una fuerte complementariedad, China y Estados Unidos han forjado vínculos económicos y comerciales profundamente entrelazados en las últimas cuatro décadas, beneficiando a empresas y personas de ambos lados.
"Desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, tanto China como Estados Unidos se han beneficiado enormemente de su cooperación. Realmente es un resultado de ganancia compartida", sostiene Chen Dongxiao, presidente de los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghai, quien hace notar que China se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo, y que el PIB per cápita de Estados Unidos también ha crecido a unos 60.000 dólares.
SENTANDO LAS BASES
El 21 de febrero de 1972, el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, aterrizó en Beijing para una histórica visita a China, dando inicio a lo que él mismo llamó "una semana que cambió el mundo".
El 28 de febrero, el último día de la visita, China y Estados Unidos emitieron el Comunicado de Shanghai, que sentó las bases para que los dos países establecieran relaciones diplomáticas.
En el Gran Salón del Hotel Jin Jiang de Shanghai, donde se publicó el comunicado, se exhibe una foto de Nixon y el entonces primer ministro chino, Zhou Enlai, haciendo un brindis, para conmemorar el histórico evento.
En un libro sobre la historia del icónico hotel, los antiguos empleados relatan los grandes esfuerzos y sacrificios que hicieron para garantizar que la estadía de Nixon en el hotel fuera un éxito.
"En 1972, el personal chino, incluidos camareros, porteros y cocineros, era tímido y curioso ante los invitados del otro lado del Pacífico", comenta Qiu Huanxi, exempleado del hotel. "Luego descubrimos que el personal de Estados Unidos compartía casi la misma mentalidad", añade.
"La visita para romper el hielo ayudó a los dos países a conocerse, aclarar malos entendidos y abrirse más, y esto fue bueno para los dos pueblos", sostiene Qiu.
Por su parte, Cheng Ronggen, vicepresidente de Jin Jiang Premier Hotels, fue gerente residente de Jin Jiang durante más de dos décadas, y supervisó las estadías de muchos VIP en el hotel.
"Expresidentes de Estados Unidos como Nixon, Jimmy Carter y George H.W. Bush, visitaron Jin Jiang porque, como comentó el mismo Nixon en una visita posterior, aquí es 'donde comenzó la relación entre Estados Unidos y China'", dice Cheng.