Por Noemí Galbán y Raimundo Urrechaga
LA HABANA, 5 ene (Xinhua) -- Más de 200 carros clásicos y antiguos tomaron la famosa avenida del Malecón de La Habana en una colorida competencia que mostró a locales y foráneos el patrimonio automovilístico de Cuba en el mayor desfile de este tipo realizado en el país hasta la fecha.
Considerados verdaderas joyas rodantes de la primera mitad del siglo pasado, estos vehículos son hoy parte indisoluble del paisaje cubano y sin proponérselo se han convertido en símbolos de la ciudad, elementos indispensables de la identidad cultural de esta nación caribeña.
Reunir a los mejores exponentes del país fue el afán de las Primeras Jornadas de Autos Clásicos, certamen patrocinado por la compañía hotelera española Iberostar y el club local Amigos de Fangio.
Un total de 208 automóviles se inscribieron en la competencia, pero sólo 15 resultaron finalistas para optar por el premio al mejor conservado.
Los autos fueron elegidos con base en sus condiciones técnicas, originalidad, presencia externa e interna, operación del sistema eléctrico y otros parámetros.
Un Plymouth verde de 1956, propiedad del cubano Ramón Ventura desde 1983, fue el ganador pues el jurado estimó que preserva un 98 por ciento de autenticidad.
"Estoy muy emocionado y lo principal de esta competencia es que nos estimula a mantener el carro lo más original posible dentro de las posibilidades que tenemos", afirmó Ventura a Xinhua tras conocer el resultado del certamen.
Según este ingeniero de profesión, su auto sólo tiene distinto al modelo original el color y la vestidura de los asientos, porque el resto de las piezas son las mismas con las cuales fue fabricado o reemplazos adquiridos en el exterior.
"Es un 'hobby' al que hay que dedicarle mucho tiempo, desde hace unos años podemos importar las piezas de Estados Unidos, pero son sumamente costosas", añadió.
El premio de la popularidad, escogido mediante una votación a través de la página de internet Iberostar, fue otorgado a Gabriel Sánchez, dueño de un majestuoso Chevrolet 1956 Bel Air.
"Paso mucho tiempo de mi vida arreglando el carro, manteniéndolo en buen estado y este premio es la mayor satisfacción que puedo tener en una competencia donde hay carros muy bonitos y muy competitivos", manifestó el joven de 27 años.
Guiados por un auto Packard Clipper de 1948, el imponente desfile abarcó casi toda la famosa avenida del Malecón habanero y luego se adentró en el Paseo del Prado hasta que los autos llegaron al Hotel Iberostar Grand Packard, recientemente inaugurado en la capital cubana.
Automóviles de marcas norteamericanas como Buick, Cadillac, Chevrolet, Pontiac y Ford, así como de las emblemáticas compañías europeas Mercedes-Benz, MG y Austin-Healy protagonizaron la competencia en un intento por resaltar la memoria viva e histórica del país.
"Para Cuba los autos clásicos marcan su identidad, es uno de los mayores valores que tiene además de su pueblo, cultura y su gran historia. Muchos de los turistas que hoy vienen a Cuba, buscan estos carros antiguos que tan bien conservados están", señaló Alejandro Barrios, director del Hotel Iberostar Grand Packard.
La famosa compañía de hoteles española, que opera 17 resorts en el país, patrocinó el evento con motivo de la celebración este 2019 del 120 aniversario de la llegada del primer automóvil a Cuba y el medio milenio de La Habana.
"Para nosotros es un verdadero privilegio que tras 25 años de la presencia de Iberostar en Cuba podamos ser anfitriones de esta jornada tan colorida y de autos que son verdaderas reliquias y aún siguen caminando por las calles de la ciudad", indicó Barrios.
Mientras tanto, cientos de locales y extranjeros se acercaban para fotografiar este inusual evento que para muchos fue la mayor concurrencia de autos clásicos en La Habana desde que surgieron los clubes de este tipo de automóviles hace 22 años.
"El objetivo de esta actividad es estimular el cuidado y conservación de estos vehículos que son parte intrínseca de todo el entorno que nos rodea, pues Cuba es el país del mundo donde más automóviles clásicos y antiguos funcionan", aseguró Pablo Alvarez, director técnico de la competencia.
El experto y también dueño de un Chevrolet 1958 Bel Air dijo que existe una gran variedad de carros antiguos y clásicos en Cuba, por lo cual fue difícil escoger a un ganador.
"Fue una competencia muy reñida con coches muy originales que ya forman parte de nuestro patrimonio cultural", aseveró.
En Cuba la mayoría de estos carros son de la década del 50 del siglo pasado, considerada la época dorada en la fabricación de los vehículos estadounidenses.