MEXICO, 29 ene (Xinhua) -- La explosión en una toma clandestina en un ducto de hidrocarburos en el central estado mexicano de Hidalgo ya acumula un saldo de 117 personas fallecidas.
De acuerdo con el último reporte, 68 personas fallecieron durante el incidente y 49 han muerto en hospitales, explicó hoy el director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), Ruy López.
En una rueda de prensa ofrecida por las autoridades sanitarias del país, el funcionario de la Secretaría mexicana de Salud detalló que hasta el momento, hay 27 pacientes internados en hospitales de Hidalgo, estado de México y la Ciudad de México, de los cuales 10 se reportan "muy graves", 13 en estado grave y cuatro en situación delicada.
En su turno, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, informó que a partir de este día "se da por cerrada la etapa de emergencia" y se inicia con la de sostenimiento a los heridos.
Esta etapa "se mantendrá el tiempo necesario", ya que puede llevar seis o más meses la rehabilitación de los sobrevivientes que sufrieron quemaduras en la mayor parte de su cuerpo.
No obstante, aclaró que la tragedia ha sido atendida como una emergencia de salud pública, con la coordinación entre el sector salud, atención médica especializada, rehabilitación, apoyo psicológico, y atención a familiares y comunidades.
Al presentar un balance sobre la atención prestada desde el primer momento del accidente, el 18 del presente mes, y hasta el domingo pasado, dijo que han sido atendidos 81 heridos en hospitales estatales y del gobierno federal, y la mortalidad hospitalaria fue del 60 por ciento, además de que se han registrado sólo dos altas médicas.
Al retomar la palabra, el director del Cenaprece expresó su "profundo agradecimiento" a los 1.990 integrantes del sector salud que han participado activamente en la respuesta a la emergencia por la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo.
En tanto, la Procuraduría de Justicia del estado de Hidalgo ha identificado los restos de 16 personas, mismos que ya fueron entregados a sus familiares.
Las autoridades recolectan muestras complementarias de ADN a familiares de personas desaparecidas, las cuales permitirán el adecuado reconocimiento de los restos que fueron reunidos en el sitio de la explosión.
La tarde del 18 de enero, entre campos de cultivo del municipio de Tlahuelilpan, se registró la fuga en una toma clandestina de gasolina, lo que provocó que decenas de pobladores acudieran con bidones para abastecerse gratuitamente del hidrocarburo que salía con gran fuerza.
Dos horas después se produjo la gran explosión, donde se calcula que había entre 600 y 800 personas.
Una de las líneas de investigación de las autoridades es que la toma fue abierta por ladrones de combustible, un delito que provoca al Estado mexicano pérdidas anuales por 60.000 millones de pesos (unos 3.161 millones de dólares).