WASHINGTON, 24 feb (Xinhua) -- China y Estados Unidos están cada vez más cerca de un acuerdo comercial mutuamente beneficioso y provechoso para todos, tras el progreso sustancial en temas específicos alcanzado en su última ronda de negociaciones de alto nivel, finalizada este domingo en Washington.
La delegación china dijo que se habían logrado avances sustanciales en temas concretos como transferencia de tecnología, protección de los derechos de propiedad intelectual y barreras no arancelarias. El presidente estadounidense, Donald Trump, tuiteó, por su parte, que "retrasará" el aumento de los aranceles a las importaciones chinas que estaba programado para el 1 de marzo.
Las últimas rondas de negociaciones fueron impulsadas por la implementación del consenso alcanzado por el presidente chino, Xi Jinping, y Trump, quienes se reunieron en diciembre del año pasado después del cierre de la cumbre del G20 en Argentina.
Durante tres rondas de conversaciones de alto nivel en apenas un mes, ambos presidentes se reunieron con los dos equipos negociadores para darles directrices e ímpetu para futuros compromisos.
La buena fe y los esfuerzos prácticos, que siempre han sido clave para resolver las disputas entre China y Estados Unidos en materia de economía y comercio, han fomentado un consenso creciente, solucionando las diferencias, y han sido bien recibidos por ambos países y la comunidad internacional.
Los intercambios francos han sido un catalizador para resolver las disputas. Tanto para China como para Estados Unidos, mantener consultas en pie de igualdad y a la luz del consenso alcanzado por los dos presidentes es la mejor opción para llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso y provechoso para todos.
La extensión de la última ronda de negociaciones y el retraso en el aumento de los aranceles sobre las importaciones chinas atestiguan la sinceridad, la gran atención y el sentido de urgencia por parte de ambos lados. Sin embargo, también indican que todavía se necesita tiempo para solventar algunas diferencias.
La semana pasada ha sido clave para las dos mayores economías del mundo, como también lo son sus próximas acciones. Después de casi un año de negociaciones minuciosas, cada paso en este período decisivo cuenta, y cualquier avance mutuamente beneficioso radica en la capacidad que tengan ambas de mantener un compromiso en pie de igualdad.
Incluso con los escollos que hay que superar, China y Estados Unidos no tienen mejor alternativa que trabajar juntas por su propio bien y por el interés del mundo entero. En sus empeños por lograr un acuerdo, es recomendable que trabajen para obtener los mejores resultados al tiempo que se preparan para el peor escenario.
China ve las fricciones comerciales como un desafío y una oportunidad. Para alcanzar su objetivo de desarrollo a largo plazo, el país asiático necesita asegurar que sus intereses principales están protegidos y, al mismo tiempo, impulsar reformas más profundas.