BEIJING, 28 feb (Xinhua) -- La proporción de carbón en la combinación energética de China se redujo el año pasado a medida que el gobierno continuó los esfuerzos por fomentar las energías renovables.
El consumo de carbón aumentó un punto porcentual anual en 2018, mucho menos que los combustibles limpios, y representó el 59 por ciento del consumo total de energía del país, un descenso de 1,4 puntos respecto al año anterior, según el Buró Nacional de Estadísticas.
China dispone de abundantes reservas de carbón, un combustible barato pero sucio del que el país dependió en gran medida durante décadas, hasta que, en los últimos años, el aumento de la conciencia ambiental y la rápida reestructuración económica provocaron un impulso ecológico en el sector energético.
El gobierno ha reforzado la regulación de la minería del carbón, ha mejorado la tecnología para un uso más limpio del carbón y ha buscado con ahínco combustibles alternativos. Estas medidas han hecho que ya no sea difícil reemplazarlo.
La proporción combinada de gas natural, energía hidroeléctrica, energía nuclear y energía eólica aumentó al 22,1 por ciento en 2018, 1,3 puntos porcentuales más que en 2017.
Como resultado, la emisión de dióxido de carbono de China por cada 10.000 yuanes (unos 1.500 dólares) del producto interior bruto (PIB) disminuyó un cuatro por ciento en 2018.