Por Xiaomeng
BEIJING, 9 abr (Xinhua) -- Es la primavera en China y Europa, y también hay una nueva primavera en los pasos de la interacción China-Europa.
Pocas semanas después de las visitas de Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Francia, Mónaco e Italia el mes pasado, el primer ministro chino, Li Keqiang, se encuentra en Europa para su primer viaje al extranjero este año, durante el cual asistirá a una serie de reuniones de alto nivel en Bélgica y Croacia para fortalecer aún más la cooperación de China con el viejo continente.
Las visitas consecutivas de los líderes chinos están enviando un mensaje inequívoco a sus homólogos europeos de que Beijing considera a Europa como socio importante para la cooperación.
El impulso para construir una asociación más fuerte con China también se está forjando en las principales capitales europeas.
Durante la visita de Xi el mes pasado, Italia se convirtió en el primer miembro del Grupo de los Siete en unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta por China, que pretende facilitar una mejor conectividad de infraestructura, promover transacciones comerciales más rápidas, crear canales de financiamiento más convenientes y fomentar intercambios más fuertes entre países a lo largo de la antigua ruta comercial y más allá para el desarrollo conjunto.
Otras potencias europeas importantes también han expresado su voluntad de intensificar la cooperación con China a través de la Franja y la Ruta.
Londres dijo que busca explorar la construcción de la Franja y la Ruta con Beijing. Berlín quiere participar activamente en la iniciativa y París cree que la UE podría alinear su estrategia de desarrollo con esa iniciativa de una manera innovadora y promover conjuntamente la conectividad euroasiática.
Beijing ha sido un partidario constante del proceso de integración de Europa. Mientras persigue una cooperación equitativa y mutuamente beneficiosa con todos los países europeos, también busca promover la asociación estratégica integral con la UE mediante la operación de diversos mecanismos de diálogo con el bloque regional, como la cumbre anual China-UE.
China y Europa son dos de los principales motores del crecimiento económico mundial. Los dos también enfrentan tareas similares para estimular el desarrollo interno y no tienen conflictos de intereses sustanciales. En algunas áreas son aparentes socios. La expansión del volumen comercial y la fructífera cooperación gracias a la iniciativa de la Franja y la Ruta son buenos ejemplos.
Las últimas estadísticas muestran que el comercio entre China y la UE alcanzó un récord de 682,2 mil millones de dólares estadounidenses el año pasado, un aumento del 10,6 por ciento interanual. Los programas relacionados con la Franja y la Ruta, como el China Railway Express, que transporta mercancías entre 59 ciudades chinas y 50 de 15 países europeos, han desempeñado un papel clave en el impulso de una relación comercial tan vibrante entre Europa y China.
Además, China ha lanzado recientemente una serie de medidas de reforma y apertura para facilitar el desarrollo de alta calidad, ampliar el acceso al mercado, nivelar el campo de juego de las empresas e intensificar la protección de los derechos de propiedad intelectual. Para los países europeos, que comparten tareas similares para estimular el desarrollo, estos pasos traerán nuevas oportunidades y mayores dividendos.
Otra razón clave para una asociación más fuerte entre China y la UE tiene más implicaciones estratégicas.
A medida que la globalización entra en una nueva etapa, los países se están interconectando cada vez más ante los nuevos desafíos globales, como el cambio climático, el terrorismo y los delitos transnacionales. Ningún país es una isla. Resolver estos problemas requiere un aporte conjunto de China y Europa. Las dos partes también comparten amplios intereses en mantener un sistema de comercio internacional basado en reglas y promover el multilateralismo de acuerdo con los principios de la Carta de la ONU.
La cooperación y la competencia siempre van de la mano. La competencia justa en el mercado ayuda a estimular el crecimiento y hace que la cooperación entre China y Europa sea más sana y resiliente. Las dos partes deben trabajar hacia un mejor entorno de mercado para facilitar la competencia cooperativa y destacar la cooperación como la nota clave de las relaciones China-Europa.
La primavera es la temporada de siembra. A medida que los líderes chinos y europeos se reúnen para plantar las semillas de una relación futura más sólida, la cosecha de cooperación será más gratificante.