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COMENTARIO: Civilizaciones deben coexistir en armonía

BEIJING, 15 may (Xinhua) -- Las civilizaciones no están destinadas a chocar. Por el contrario, deben coexistir en armonía.

El conflicto se origina normalmente por la incapacidad de las personas a apreciar la belleza de las diferencias. Algunos políticos de Occidente a los que les cuesta trabajo creer esto podrían buscar ayuda de la sabiduría asiática.

La idea de que varias civilizaciones pueden vivir en armonía es un punto subrayado reiteradamente en la actual Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas (CDCA).

En la ceremonia de inauguración hoy miércoles, el presidente chino Xi Jinping pidió descartar la arrogancia y los prejuicios, profundizar el entendimiento de las diferencias en las civilizaciones y hacer avanzar los intercambios y el diálogo entre civilizaciones.

Esa es la receta para la coexistencia pacífica de las civilizaciones.

Por ejemplo, durante mucho tiempo los chinos han apreciado la sabiduría de la "armonía sin uniformidad".

A través de su larga historia, China ha dado la bienvenida a la entrada de las antiguas civilizaciones griega y romana y a la civilización mediterránea, así como al budismo, al islam y al cristianismo. Ellos pasaron por un proceso de chinización y se mezclaron con la civilización china. No estalló ningún choque de civilizaciones ni ocurrieron guerras religiosas.

Eso demuestra que el argumento de "choque de civilizaciones" es infundado.

Asia ha presenciado la aparición y prosperidad de muchas civilizaciones antiguas en los últimos milenios. En la actualidad, el continente todavía mantiene orgullosamente su diversidad distintiva y nutre a todas las civilizaciones, grupos étnicos y religiones dentro de una gran familia asiática. Se espera ampliamente que los países asiáticos sigan respetando y confiando entre sí, incrementado los intercambios y manteniendo la paz de manera conjunta.

Reconocer las diferencias no impide que un país viva pacíficamente con otros. Las civilizaciones no están destinadas a chocar sino que están destinadas a nadar o a hundirse juntas pues todas son miembros de la misma aldea global.