WASHINGTON, 29 may (Xinhua) -- En el futuro, las familias estadounidenses tendrán que recurrir a fuegos artificiales menos llamativos en las celebraciones especiales en sus patios traseros si los aranceles adicionales sobre estos artículos entran en vigor, dijo a Xinhua Julie Heckman, directora ejecutiva de la Asociación de Pirotecnia de Estados Unidos (APA, por sus siglas en inglés).
Los fuegos artificiales están en la lista de productos chinos por valor de unos 300.000 millones de dólares a los que la Administración Trump amenazó, este mes, con imponer aranceles adicionales. Heckman teme que sean los consumidores quienes carguen con las nuevas tarifas, de forma que las familias del país no puedan celebrar sus ocasiones especiales con fuegos artificiales como hacen hoy.
"Nuestras familias solo tienen un presupuesto de tantos dólares, así que probablemente gastarán esos dólares a cambio de menos", dijo Heckman.
No solo las familias se verán afectadas, sino también los eventos públicos. Mientras que las metrópolis, con abundancia de dinero en efectivo, podrían continuar con sus lujosos despliegues de fuegos artificiales, las ciudades y pueblos más pequeños sentirán el impacto.
"Será un inconveniente para ellos tener un espectáculo de fuegos artificiales. No creo que puedan asumir el 25 por ciento de incremento en el coste", dijo.
La mayoría de los fuegos artificiales que se venden en EEUU proceden de China, el principal suministrador mundial. Se trata, no en vano, de un producto que se inventó en el país asiático en el siglo IX para ahuyentar los malos espíritus en el Año Nuevo.
Durante generaciones, los importadores de EEUU han trabajado estrechamente con los fabricantes chinos. Llevó mucho tiempo y esfuerzos garantizar que los productos cumpliesen con los requisitos de la normativa estadounidense y "ningún país puede responder a la demanda que EEUU tiene de fuegos artificiales", detalló Heckman.
Los estadounidenses gastan más de 1.000 millones de dólares en pirotecnia cada año y la cifra ha aumentado de forma continuada durante años, de acuerdo con APA.
Desde que las tensiones entre China y EEUU se avivaron en 2018, el sector pirotécnico ha estado almacenando mercancía ante el temor de posibles aranceles. Heckman confía en que los estadounidenses puedan seguir disfrutando de vistosos espectáculos en las celebraciones del 4 de julio por el Día de la Independencia. No está segura, sin embargo, de la noche de Año Nuevo.
"Todo lo que llegue después de que los aranceles entren en efecto sufrirá el impacto". Incluso los minoristas bien pertrechados tendrán que elevar los precios para compensar los costes más altos en el futuro. Heckman espera que la amenaza de los nuevos aranceles no se convierta nunca en realidad.
"Nos oponemos totalmente a los aranceles", apuntó.