BEIJING, 2 jun (Xinhua) -- Acusar a China de robar la propiedad intelectual para apoyar su propio desarrollo es una invención infundada, según un libro blanco publicado hoy domingo por la Oficina de Información del Consejo de Estado de China.
Los registros históricos confirman que los logros de China en materia de innovación científica y tecnológica no son algo que robó o sacó por la fuerza de otros, sino un resultado que se obtiene a través de la autosuficiencia y el trabajo duro e independiente, indica el libro blanco titulado "Posición de China sobre Consultas Económicas y Comerciales China-EEUU".
China ha establecido un sistema jurídico para la protección de la propiedad intelectual que es compatible con las normas internacionales vigentes y está adaptado a las condiciones internas del país.
La comprensión de la importancia de la propiedad intelectual entre el público en general y la comunidad empresarial en China ha aumentado. También ha crecido significativamente el valor de las regalías pagadas a los titulares de derechos en el extranjero y se ha disparado el número de solicitudes y registros de propiedad intelectual, añade el libro blanco.
El ex director general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Arpad Bogsch, alabó el marco jurídico de China y apuntó que los logros del país "no tienen parangón en la historia de la protección de la propiedad intelectual."
La Cámara de Comercio de Estados Unidos reconoció que China está logrando progresos concretos en la creación de un entorno de propiedad intelectual apropiado para el siglo XXI.
En su Informe sobre el Clima Empresarial de China de 2018, la Cámara Americana de Comercio en China observó que la preocupación por la propiedad intelectual bajó del 5º lugar en 2011 al 12º lugar en 2018 en la lista de los principales desafíos que enfrentan sus empresas con operaciones en China.
Un artículo en The Diplomat predijo que China se convertiría en un líder en el campo de la propiedad intelectual mundial. Muchas de las preocupaciones planteadas por las empresas extranjeras que hacen negocios en el país ya se han abordado mediante la reforma judicial y un mecanismo de ejecución reforzada, según el libro blanco.
Respecto a algunos indicadores clave de innovación, China ya está entre los principales actores del mundo, destaca el libro blanco.
En 2017, la inversión total en investigación y desarrollo en China alcanzó 1,76 billones de yuanes, ocupando el segundo lugar en el mundo. El número de solicitudes de patente alcanzó los 1,382 millones, situándose en el puesto 1º en el globo por séptimo año consecutivo. Entretanto, el número de patentes de invención concedidas alcanzó la cifra de 327.000, un aumento interanual del 8,2 por ciento.
China ocupa el tercer lugar en el mundo en términos de patentes de invención válidas, señala el libro blanco.
El desarrollo económico de China se ha beneficiado de la transferencia y difusión de tecnología internacional. Las contrapartes también han obtenido enormes beneficios de este proceso, indica el libro blanco.
China alienta y respeta la cooperación técnica voluntaria entre las empresas chinas y extranjeras sobre la base de los principios del mercado. Se opone firmemente a la transferencia de tecnología forzada y adopta medidas firmes contra la infracción de la propiedad intelectual.
Las acusaciones contra China de transferencia forzada de tecnología no tienen fundamento y son insostenible, señala el documento.