HONG KONG, 15 ago (Xinhua) -- El comisionado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK) dijo hoy jueves que el problema esencial en Hong Kong ahora se trata de la intención de la oposición y de los extremistas violentos de derrocar al gobierno legítimo de la RAEHK, desafiar la autoridad del gobierno central y socavar la base constitucional de "un país con dos sistemas" en Hong Kong a través de la violencia.
El comisionado Xie Feng hizo las declaraciones en un discurso pronunciado en el Coloquio 2019 sobre Derecho Internacional al que asistieron más de 300 invitados chinos y extranjeros, entre ellos la jefa ejecutiva de la RAEHK, Carrie Lam.
"La igualdad soberana y la no intervención son dos principios fundamentales del derecho internacional", los cuales han sido confirmados por varios documentos de derecho internacional, incluyendo la Carta de la ONU, afirmó. El derecho internacional también exige a los agentes diplomáticos y funcionarios consulares no interferir en los asuntos internos del Estado receptor, añadió.
Sin embargo, "algunos países han interferido gravemente en los asuntos de Hong Kong, los cuales son asuntos internos de China, e incluso han amenazado con cancelar privilegios económicos y comerciales de Hong Kong y sancionar a funcionarios del gobierno de la RAEHK", indicó Xie.
Los políticos de ciertos países occidentales en Hong Kong también se han reunido frecuentemente con activistas radicales que piden la "independencia de Hong Kong".
"Ellos han dicho mentiras descaradas, aplaudido la violencia como 'una belleza digna de admirar', hecho acusaciones infundadas contra la policía de Hong Kong, acusado infundadamente a Beijing de 'violar la autonomía y la libertad de los residentes de Hong Kong'".
"Esas declaraciones y acciones han desafiado flagrantemente el principio de no intervención, y pisoteado el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales", afirmó el comisionado.
Xie también habló acerca de la Declaración Conjunta Chino-Británica, y dijo que ciertos países hicieron referencia recientemente a la Declaración Conjunta sobre la Cuestión de Hong Kong para justificar su derecho a "supervisar" los asuntos de Hong Kong, lo cual no tiene fundamento.
"En primer lugar, la Declaración Conjunta es un importante instrumento entre China y Reino Unido sobre la reanudación de China del ejercicio de la soberanía sobre Hong Kong y los arreglos para el período de transición", declaró. "No existe una sola cláusula en ella que otorgue a Reino Unido algún derecho de interferir en los asuntos de Hong Kong después de su retorno, y todas las cláusulas referentes a Reino Unido se han cumplido".
En segundo lugar, las políticas básicas respecto a Hong Kong detalladas en la Declaración Conjunta fueron propuestas por China por su cuenta y por lo tanto son completamente asuntos internos de China, y no un acuerdo entre las dos partes, explicó.
En tercer lugar, la Declaración Conjunta no incluye ninguna cláusula que estipule obligaciones británicas respecto a Hong Kong después de su retorno. "Para ser breves, Reino Unido no tiene soberanía, jurisdicción o derecho de 'supervisión' sobre Hong Kong en absoluto después de su retorno a China", y tampoco otros países y organizaciones tienen el derecho de entrometerse en los asuntos de Hong Kong con el pretexto de la Declaración Conjunta, agregó Xie.
El comisionado indicó que la Constitución de China es la que establece el fundamento mismo de la RAEHK. La RAEHK, donde se practica "un país, dos sistemas", fue establecida de acuerdo con la Constitución de China.
"Por lo tanto, la Constitución de China y la Ley Básica de Hong Kong constituyen la base constitucional de la RAEHK, la cual está sustentada en sólidas bases políticas y jurídicas y prácticas exitosas. Enfocarse exclusivamente en las leyes o separar e incluso confrontar ambos es incompleto y engañoso, y es inconsistente con la realidad desde el retorno de Hong Kong", explicó.
Xie también expresó la convicción de que es imperativo comprender correctamente la relación entre "un país" y "dos sistemas".
"'Un país' es el fundamento y el prerrequisito para los 'dos sistemas', y los 'dos sistemas' sólo pueden operar dentro del marco de 'un país'".
"Si el principio de 'un país' es socavado, los 'dos sistemas' no se materializarán", indicó.
Xie advirtió que cualquier intento de poner en peligro la soberanía y seguridad de China, de desafiar el poder del gobierno central y la autoridad de la Ley Básica, o de usar a Hong Kong para llevar a cabo actividades de infiltración y sabotaje contra la parte continental es "absolutamente inadmisible".
"Nuestra posición es clara y coherente. Respetamos las diferencias entre los 'dos sistemas' y aprovechamos bien sus beneficios con base en 'un país', y garantizamos un alto grado de autonomía en Hong Kong de acuerdo con la ley. Esto no ha cambiado ni cambiará", dijo.
Comparó la situación democrática de Hong Kong entre los más de 150 años de control colonial británico, cuando ni un solo gobernador fue elegido democráticamente por la población local y los miembros de la legislatura eran nombrados directamente por el gobernador la mayoría de las veces, y Hong Kong en la actualidad en el que los hongkoneses son sus propios dueños y gobiernan los asuntos dentro de los límites de la autonomía de la RAE de acuerdo con la ley.
"En un hecho innegable que los ciudadanos de Hong Kong están disfrutando derechos y libertades democráticos sin precedentes. Desafortunadamente, algunas personas siguen reclamando 'derechos' que nunca existieron en Hong Kong, e incluso acusan al gobierno central de China de 'erosionar' estos 'derechos'. Ese argumento es legalmente infundado e inconsecuente con la realidad, y ha expuesto de nuevo su prejuicio, arrogancia e hipocresía", indicó Xie.
Xie señaló que el problema esencial en Hong Kong ahora no es por los derechos humanos, las libertades o la democracia, como sostienen algunos. "En cambio, se trata del intento de ciertos extremistas violentos de coaccionar a quienes no conocen la verdad y provocan crímenes violentos con el pretexto de oponerse a las enmiendas a las dos ordenanzas relacionadas con la transferencia de fugitivos, pisoteando gravemente la ley y el orden, amenazando la seguridad de los ciudadanos y dañando la prosperidad y estabilidad de Hong Kong".
"Se trata del intento de la oposición y de los extremistas violentos de derrocar al gobierno legítimo de la RAE, de desafiar la autoridad del gobierno central y de socavar la base constitucional de 'un país con dos sistemas' en Hong Kong a través de medios ilegales como la violencia".
"Se trata de la interferencia extranjera flagrante en los asuntos de Hong Kong y los asuntos internos de China en general, violando el derecho internacional y las normas básicas que rigen las relaciones internacionales, con el objetivo de dañar la prosperidad y estabilidad de Hong Kong y la soberanía y seguridad nacionales de China, y de convertir a Hong Kong en un instrumento para frenar la revitalización nacional de China".
Como Hong Kong está enfrentando la situación más peligrosa y grave desde su retorno, el comisionado dijo que la máxima prioridad es detener la violencia, poner fin al caos y restablecer el orden.
Xie indicó que el gobierno central apoya firmemente al gobierno de la RAE, encabezado por la jefa ejecutiva Carrie Lam, para que gobierne de acuerdo con la ley, apoya firmemente a la policía y al poder judicial de Hong Kong para que aplique decisivamente la ley y administre imparcialmente la justicia, y apoya firmemente a la mayoría de los compatriotas de Hong Kong en su causa justa de oponerse a la violencia, defender el imperio de la ley y apoyar a la policía.
El comisionado advirtió que cualquier acto violento para socavar el imperio de la ley, dañar la prosperidad y estabilidad de Hong Kong y desafiar el principio de "un país con dos sistemas", será enfrentado con "castigo legal severo". Cualquier interferencia en los asuntos de Hong Kong por parte de gobiernos, organizaciones o individuos extranjeros será combatida firmemente por todo el pueblo chino.
"Y cualquier complot para obstaculizar la revitalización nacional de China está condenado al fracaso".