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Argentina: Macri y Fernández, candidatos con distintas miradas sobre economía, empleo, inflación y seguridad

BUENOS AIRES, 21 oct (Xinhua) -- Las elecciones generales en Argentina, previstas para el domingo próximo, ofrecen una especial compulsa entre el presidente Mauricio Macri, quien busca la reelección con el espacio Juntos por el Cambio, y el aspirante opositor Alberto Fernández, jefe de Gabinete del kirchnerismo entre 2003 y 2008, representante de la propuesta Frente de Todos.

Los postulantes tienen diferentes miradas y propuestas sobre economía, empleo, inflación y seguridad, principales tópicos para el electorado argentino, que irá a las urnas en un contexto de recesión, con un índice de desempleo de un 10,6%, a lo que se suma un 35,4% de pobreza y una inflación acumulada de un 37,7% en los primeros nueve meses del año.

A lo largo de la campaña electoral el jefe de Estado ha dicho que "para facilitar la creación de empleo formal y prepararnos para los cambios tecnológicos necesitamos una legislación laboral moderna".

"Las actuales regulaciones crean barreras de entrada muy altas. Ya estamos bajando impuestos al trabajo y reduciendo los costos extra-salariales que quitan competitividad. Pero no se puede continuar por este camino sin todos los actores, especialmente empresas y sindicatos", considera Macri.

Fernández, en cambio, ha reafirmado que "no se necesita una reforma laboral, menos si eso implica precarizar el empleo. Necesitamos prender la economía y reactivar el consumo. Hay que liberar la discusión salarial".

"En una economía recesiva, pagar salarios se vuelve un problema, como pagar insumos para la producción. El problema no son los costos; es que la economía no crece. Antes que quitar derechos a los que trabajan debemos recomponer el salario real en un ámbito de concertación", dijo recientemente.

En materia de inflación, uno de los principales temas irresueltos de la economía argentina desde hace por lo menos 10 años, Macri considera que "es responsabilidad del Banco Central", aunque ha enfatizado que "el Gobierno puede ayudar de diversas maneras, como con un presupuesto equilibrado, con no tener precios distorsionados y con no pedirle al Banco Central que imprima billetes".

Para Fernández, el "gran fracaso de este Gobierno fue pensar que era un fenómeno exclusivamente monetario. No nos desentendemos del problema monetario, pero hay otros factores. Es necesario abrir un ámbito de concertación de precios y salarios con los grandes formadores de precios y los sindicatos. Tendremos una política monetaria y fiscal prudente, pero que incorpore algunos incentivos a la inversión y la producción".

Argentina suscribió el año pasado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un préstamo por 56.300 millones de dólares, de los cuales recibió unos 44.100 millones, en un contexto de contracción económica, estimada para este año en 3,1% por el organismo multilateral.

Para Macri "no es necesario renegociar ese acuerdo", mientras que para el candidato opositor, el más votado en las primarias del 11 de agosto pasado, se requiere "impulsar un cambio en el acuerdo, porque quedó demostrado su fracaso. La inflación sigue muy elevada, la economía no crece y no se va a cumplir la meta de déficit primario cero".

En las primarias de agosto, el oficialista Juntos por el Cambio sumó un 32,08 por ciento de los votos, mientras que el Frente de Todos, que presenta como candidata a la vicepresidencia a la exjefa de Estado Cristina Fernández (2007-2015), consiguió un 47,65 por ciento.

Tras ese resultado adverso el peso, la moneda nacional, se depreció frente al dólar y la paridad cambiaria pasó de 46 pesos a los actuales 61 pesos por cada unidad de la divisa estadounidense.

Para Macri, "la definición de la política monetaria en general, y cambiaria en particular, es responsabilidad del Banco Central, cuya credibilidad e independencia queremos seguir reconstruyendo en los próximos años".

Mientras que Fernández ha advertido que "las economías en desarrollo son vulnerables a los movimientos de capitales de corto plazo. Para prevenir esas crisis hay que aplicar medidas de protección. Debe haber una regulación que ponga límites a los capitales especulativos, pero en un punto medio".

En materia de seguridad, Macri ha propuesto un Código Penal más moderno, que penalice con más severidad los delitos motivados por género o discriminación; además, durante el debate presidencial realizado el domingo 20, el jefe de Estado remarcó su compromiso "con las víctimas. Defendemos a las fuerzas de seguridad y combatimos a las mafias y el narcotráfico".

En el debate, Fernández dijo que no hay "respuestas fáciles a los problemas de la seguridad" y enfatizó que la inseguridad está ligada a la desigualdad social: "Las sociedades más igualitarias son las que tienen menos crímenes tienen, y Argentina los últimos años ha generado una gran desigualdad. Los padres se quedaron sin trabajo, las madres no tienen alimentos para sus hijos, y los hijos dejaron el colegio", dijo el candidato.

Fernández propuso "construir el Consejo de Seguridad, para que el problema de Seguridad, deje de ser el problema de un gobierno, y que sea un problema de todos, que sea una política de Estado, con una política criminal que ponga límite al delito".