BEIJING, 23 nov (Xinhua) -- A pesar de la oposición firme y reiterada de Beijing, el Senado de Estados Unidos aprobó el martes la llamada Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong de 2019.
Al aprobar el proyecto de ley, el Senado no sólo ha mostrado una indiferencia despiadada a la situación existente ya caótica y a la necesidad de poner fin a la violencia y restaurar el orden, sino que también trató de envalentonar a los alborotadores en Hong Kong para servir a sus propios intereses políticos.
Los políticos en contra de China en Washington siguen coludiéndose con los extremistas en Hong Kong e interfiriendo gravemente en los asuntos internos de China. Están causando intencionalmente disturbios en el eje financiero internacional con el objetivo de desacelerar el desarrollo de China. Pero la historia muestra claramente que esos intentos fracasarán.
La campaña ineficiente de algunos funcionarios de Estados Unidos contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta es un ejemplo. A pesar de que describen a la iniciativa propuesta por China como "economía predatoria", todavía disfruta de un creciente reconocimiento global. La razón es simple: la Iniciativa de la Franja y la Ruta ha traído beneficios reales a todos sus socios participantes.
Y en el caso de Hong Kong, los extremistas contra China en Washington fracasarán al final.
Una razón principal es que su plan va en contra de las aspiraciones e intereses vitales de la mayoría de los residentes de Hong Kong. Su interferencia en Hong Kong ha resultado en una condena creciente por parte de la comunidad internacional.
Estos oportunistas moralistas parecen preocuparse por el futuro de Hong Kong. No se dejen engañar. Sólo se interesan por el futuro de sus propias carreras políticas. Sus tácticas pobres y torpes no engañarán a las mentes sensatas del mundo.
El gobierno chino ha dejado claro que adoptará contra medidas determinadas ante la intervención de Estados Unidos en Hong Kong y que protegerá su propia soberanía, seguridad y derechos de desarrollo. Esa determinación no puede de ninguna forma ser subestimada.
Para quienes han mantenido por mucho tiempo la ilusión de contener y crear problemas para China, es tiempo de que regresen a la realidad.