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Experto advierte paradoja de Grupo de Puebla, una reunión de centroizquierda en región dominada por centroderecha

BUENOS AIRES, 3 dic (Xinhua) -- El Grupo de Puebla, foro que reúne a líderes y representantes de 12 países de América Latina, aglutina a los principales dirigentes de centroizquierda de la región, espacio geográfico dominado por gobiernos de centroderecha, lo que podría impedir que el mecanismo avance en el impulso a reajustes políticos en el área, afirmó hoy el analista argentino Patricio Giusto.

En entrevista con Xinhua, el politólogo sostuvo que el Grupo de Puebla, que el mes pasado realizó su segundo encuentro en Buenos Aires, "puede tener un rol limitado, declarativo, sin mucho músculo para poder expandirse e impulsar reacomodamientos políticos en la región".

"Los gobiernos de centroderecha, con apoyo de Estados Unidos, son dominantes en la región, pese a las crisis que atraviesan países como Chile y Ecuador", afirmó el profesor visitante en la Universidad de Zhejiang y Director del Observatorio Sino-Argentino.

El Grupo de Puebla tiene representantes de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia, México, República Dominicana y España, entre otros países y celebró su encuentro inaugural en Puebla, México, en julio último.

Sus fundadores son, entre otros, el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), el expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017), el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, el expresidente de República Dominicana Leonel Fernández (1996-2000 y 2004-2012), el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) y el expresidente de Uruguay José Mujica (2010-2015).

"El Grupo de Puebla es una suerte de club que nuclea a los principales políticos de centroizquierda de la región, la mayoría de ellos en decadencia en sus países, salvo unas pocas excepciones, como Fernández de Argentina y (el presidente Andrés Manuel) López Obrador de México", afirmó Giusto.

El analista, titular de la consultora Diagnóstico Político, planteó que a los miembros del mecanismo "los aglutina representar al 'progresismo' de la región, que no es otra cosa que el populismo de izquierda latinoamericano, corriente que tuvo su etapa dorada hacia inicios de este siglo. Buscan contrastar con el Grupo de Lima, que nuclea a países más bien identificados con la centroderecha regional".

Consultado sobre si el mecanismo es capaz de contener la expansión de Estados Unidos en América Latina, o de confrontar con sectores de derecha en la región, el entrevistado respondió: "De ninguna manera. Este grupo no tiene poder real, sólo lo integran dos presidentes en ejercicio de países relevantes".

"Si bien es probable que el grupo siga existiendo, potenciado ahora tras la liberación del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, no tiene ningún peso específico para balancear en la región, mucho menos frente a los Estados Unidos. Pueden confrontar, pero desde la mera retórica, como hicieron el mes pasado en Buenos Aires", observó el experto.

En visión del profesor de la Universidad Católica Argentina, "el poder real en Latinoamérica lo tienen presidentes en ejercicio, como el brasileño Jair Bolsonaro, en las antípodas ideológicas de este grupo, y fuertemente apoyados por los Estados Unidos".

Durante la reunión del Grupo de Puebla en la capital argentina en noviembre pasado, los líderes y representantes de 12 países de América Latina coincidieron en llamar a la unidad del progresismo y promover la igualdad en la región.

Estuvieron presentes el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, el expresidente de Colombia Ernesto Samper Pizano (1994-1998), la expresidente de Brasil, Dilma Rousseff (2011-2016), el expresidente de Paraguay Fernando Lugo (2008-2012), y el dirigente chileno fundador del Grupo de Puebla, Marco Enríquez-Ominami, además de representantes de México, Bolivia, Ecuador y Uruguay, entre otros países.

Para Giusto, el Grupo de Puebla tendrá una "muy limitada influencia en la política latinoamericana. La mayoría de los miembros del Grupo son dirigentes en el ocaso de sus carreras políticas. Tales son los casos de la brasileña Rousseff, el colombiano Samper Pizano, el paraguayo Lugo y el expresidente de Ecuador (Rafael) Correa".