Por Ma Zhenhuan
Ningbo, 20/11/2020 (El Pueblo en Línea) -Un aldeano que cuidó de un vecino anciano y sin hijos durante casi 30 años, e incluso pagó las facturas de la residencia de ancianos, de forma sorpresiva ha recibido 500.000 renminbi (75.500 dólares) como herencia.
La historia de Xu Huiming, de 66 años, natural de la aldea Shandong, en Ningbo, ha tocado el corazón de muchos chinos que se alegran que haya sido recompensado debido a la bondad y compasión que prodigó a la difunta Su Meiyun.
Sin embargo, su derecho a una parte del patrimonio se vio obstaculizada por la falta de una última voluntad firmada.
Xu comenzó a cuidar a su vecina unos años después de que su esposo falleciera en 1988.
"Mi familia la acogió como miembro de la familia", recuerda Xu.
En 2008, la casa de Su, que se encontraba en mal estado, fue demolida. La señora fue clasificada por las autoridades del pueblo como una persona sin hogar y solicitó a su nombre una parcela de tierra de 80 metros cuadrados.
Mientras tanto, Xu alquiló un alojamiento para Su hasta que se le otorgara una cama en un asilo de ancianos. Esa oportunidad llegó en el 2012.
Hong Qiuguo, secretario del Partido Comunista de China de la aldea Shandong recuerda que "Xu en todo momento siempre estaba disponible para atender los asuntos de Su y cuando el asilo de ancianos tenía algo que comunicarle".
La señora Su falleció en el 2016, a la edad de 92 años. Un año más tarde fue aprobada la solicitud de otorgamiento de la parcela de tierra. A principios de este año, la tierra fue valorada en más de 1 millón de renminbi debido a un programa de reubicación rural.
El comité del pueblo estuvo de acuerdo en que Xu merecía obtener la propiedad de Su, ya que la había cuidado durante casi 30 años.
Sin embargo, el patrimonio no pudo ser transferido a Xu ya que no era un heredero legítimo y no tenía documentación legal válida.
De acuerdo a Hong, Su había escrito una última voluntad para que todas sus propiedades fueran legadas a Xu, bajo la condición de que se ocupara de sus deudas pendientes y gastos funerarios.
Sin embargo, ninguna de las partes firmó el documento, ya que Xu pensaba que Su no tenía activos ni deudas.
Xu siguió el consejo de Hong y llevó el caso al Tribunal Popular de Jiangbei, en Ningbo, que recientemente dictaminó que tenía derecho a la mitad de la propiedad.
"La tierra rural solicitada por la señora Su debe pertenecer al patrimonio público, ya que no es heredada ni legada", ordenó Zhang Haijuan, juez de la corte.
"Sin embargo, de acuerdo con las leyes y regulaciones relacionadas, una parte apropiada del patrimonio podrá ser otorgada a una persona que apoyó al difunto en vida sin que sea el heredero."
Xu recibió 40 metros cuadrados de tierra, la aldea retuvo 28 metros cuadrados y el sobrino de Su obtuvo 12 metros cuadrados.
Con el fin de promover un comportamiento fraterno como el que tuvo Xu con la señora Su, la cantidad de dinero asignada a la aldea por la venta de sus 28 metros cuadrados de tierra se utilizará para comprar regalos para los ancianos, informó el Ningbo Evening News.
(Web editor: 周雨, 赵健)