Por Xian Jiangnan
Dalian, 27/01/2021 (El Pueblo en Línea) -Mientras el “reto de los 10 años" se desvanece silenciosamente en Internet, dos fotos del mismo hombre de espaldas, separadas por 13 años , se difundió en las redes sociales y medios chinos.
El protagonista de ambas fotos es An Lei, de 38 años, miembro del Equipo de Aplicación de la Ley del Departamento de Tráfico y Transporte de Dalian, provincia de Liaoning. La foto de la izquierda fue tomada en 2008 cuando An Lei, con una chaqueta donde se lee "asistencia al terremoto", laboró en el desastres de Wenchuan. La foto del 2021 registra a An Lei con un traje sanitario contra el coronavirus donde se lee "Vamos, Jinpu". El escrito en la tela de su protección está vinculado a su trabajo como voluntario para sofocar un brote en el distrito de Jinpu de la ciudad de Dalian.
A diferencia del “reto de los 10 años” que la mayoría de los internautas aceptaron, las fotos de An Lei no hacen alarde de esplendor material o belleza física alguna, sino que verifica su crecimiento personal y dedicación a la comunidad. Su espíritu de servicio supera “el reto de los 13 años” y se empina robusto y renovado en tiempos de crisis.
En 2008, después de que un terremoto de magnitud 8,0 sacudió la zona de Wenchuan, An Lei, de 25 años, se apresuró a entrar en la primera línea para unirse a los trabajos de recuperación y socorro de desastres. Una foto de él transportando las placas de aislamiento de los refugios de emergencia se hizo muy conocida.
Más de una década más tarde, en diciembre del 2020, An Lei estaba de nuevo en primera línea, sirviendo como voluntario para transportar a las personas clasificada como “contactos cercanos” de los casos de COVID-19 durante el brote en Dalian, su ciudad natal.
Cuando An Lei publicó una foto (2008-2021) en su cuenta de WeChat, los medios chinos se hicieron eco.
A pesar de los elogios y aplausos por su dedicado servicio, An Lei considera que no ha hecho nada extraordinario.
"Durante la epidemia, fui uno entre decenas de miles de voluntarios", asegura. Y subraya que como miembro del Partido Comunista de China está orgulloso de servir al prójimo lo mejor posible.
Cuando An Lei tuvo que trabajar fuera de casa durante muchos días, su hijo de nueve años lo llamó cuando “se encontró” con el rostro de su padre en las noticias de la tele.
"Papá, cuando sea grande quiero ser como tú", exclamó con orgullo.
(Web editor: 周雨, 赵健)