Finlandia, 28/01/2021 (El Pueblo en Línea) - La idea de vivir fuera de la Tierra ya no es solo ciencia ficción. Con la vista puesta en la Luna y Marte, donde el hombre construirá sus primeros hogares más allá del planeta que le vio nacer, las agencias espaciales elaboran ya estrategias destinadas a conseguir el objetivo. Resulta lógico que los primeros esfuerzos se centren en los lugares que tenemos más cerca: Marte, por ejemplo, es un candidato obvio, dada su relativa proximidad, su ciclo día-noche de 24 horas y su atmósfera rica en CO2, según ABC.
Sin embargo, existe una escuela de pensamiento con ideas totalmente distintas, según la que colonizar un planeta, cualquier planeta, supone un esfuerzo mucho mayor que el beneficio que se espera obtener de él. Un buen ejemplo es el artículo publicado hace apenas unos días en arXiv, en el que se propone la construcción de un enorme hábitat flotante que podría colocarse, por ejemplo, en la órbita del planeta enano Ceres, el mayor de los objetos del cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter.
En su estudio, el astrofísico Pekka Janhunen, del Instituto Meteorológico de Finlandia, describe su visión de un «mega satélite» formado por miles de kilométricas naves espaciales cilíndricas, unidas entre sí por un «marco» de imanes en forma de disco y en órbita permanente alrededor de Ceres.
Basándose en la idea formulada en los años 70 por Gerard K. O´Neill, cada uno de estos hábitats cilíndricos tendría capacidad para unas 50.000 personas. Por supuesto, contaría con una atmósfera artificial y generaría su propia gravedad, similar a la terrestre, gracias a la fuerza centrífuga de su propia rotación.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)