Barcelona, 23/02/2021 (El Pueblo en Línea) - Un viaje de siete horas desde Denver a Honolulu que el vuelo 328 de United Airlines iba a cubrir el pasado sábado tuvo que regresar a tierra tras su despegue, pues el motor número 2, el que cuelga del plano derecho del Boeing 777 sufrió una explosión y aun girando, varios trozos, sobre todo de los capots, protectores y el aro de entrada se desprendieron, cayendo sobre Broomfield, una ciudad de casi 60.000 habitantes al noroeste de la capital del estado, según La Vanguardia.
En coordinación con los controladores aéreos, los pilotos del aparato de United solicitaron aterrizar de emergencia en el campo del que habían partido hacía unos minutos. El aparato, con 241 personas a bordo, 231 pasajeros y 10 tripulantes, tomó tierra sin problemas tras tan solo 24 minutos después de haber despegado.
Las autoridades competentes se han puesto manos a la obra como es habitual en cualquier caso de accidente o incidente y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte ha abierto de inmediato una investigación.
Por parte de la administración, el jefe de la FAA, Stephen Dickinson, redactó un comunicado en el que indicaba que tras haber consultado con sus colaboradores, emitía de manera inmediata una directiva de emergencia para que las aerolíneas revisaran sus aviones Boeing 777 equipados con un determinado tipo de motor de la marca Pratt & Whitney, concretamente el modelo 4000-112, como los que llevaba el aparato afectado por el desprendimiento de piezas.
(Web editor: 吴思萱, 赵健)