Obra del arquitecto de la Torre de la Grulla Amarilla: un legado para la posteridad (3)

Pueblo en Línea  2021:03:12.15:56

Wuhan, 12/03/2021 (El Pueblo en Línea) -En 1978, el ingenioso arquitecto Xiang Xinran recibió la oportunidad de su vida cuando se le pidió que reconstruyera la histórica Torre de la Grulla Amarilla de Wuhan, provincia de Hubei.

Xiang, que tenía 38 años, se había graduado de la Universidad de Tsinghua y trabajaba en el Instituto Central-Sur de Diseño Arquitectónico. Se le pidió que ayudara a un colega de alto nivel a elaborar bocetos para una nueva torre porque la original ya no existía.

Xiang elaboró un plan alternativo al que hizo su colega imaginando cómo se habría visto la Torre de la Grulla Amarilla de Wuhan durante la dinastía Qing (1644-1911).

Para sorpresa de su instituto, los funcionarios opinaron que el diseño de Xiang se destacaba del grupo de propuestas recibidas.

En un artículo del 2017 publicado en la revista CSADI, Xiang recordaba que fue la "bendición de su vida" pero también la "gran presión". En una reunión de coordinación, antes de que comenzaran los trabajos de construcción, los funcionarios cuestionaron si Xiang sería capaz de realizar la tarea. El arquitecto les prometió que si no podía, entonces se tiraría al río Yangtsé.

Xiang, que se convirtió en uno de los principales arquitectos del país, murió el mes pasado a los 81 años. Le sobreviven su esposa y sus dos hijos.

Sus contribuciones a la Torre de la Grulla Amarilla de Wuhan, la restauración de edificios históricos, su profesionalismo, entusiasmo y dedicación al diseño, incluso en la vejez, han inspirado a generaciones de arquitectos.

La primera Torre de la Grulla Amarilla fue construida para uso militar en el año 223 d.C. durante los Tres Reinos (220-280). En las siguientes dinastías, se convirtió en un destino de viaje para los intelectuales y fue citada en muchos poemas antiguos.

La Torre fue destruida siete veces, debido a conflictos militares o accidentes, y restaurada 10 veces durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing. La última restauración de la torre fue en 1868, pero volvió a ser destruida en 1884.

Casi un siglo después, el gobierno de Wuhan decidió construir una nueva Torre de la Grulla Amarilla en un sitio diferente al original. Su intención era mantener viva la historia y cultura de la ciudad.

Desde su reapertura en junio de 1985, el nuevo edificio de cinco pisos y 51,4 metros de altura situado en la montaña Sheshan, sobre el río Yangtsé, funciona como una atracción turística nacional.

Los trabajos de reconstrucción de la Torre de la Grulla Amarilla comenzaron en octubre de 1981. Para cumplir su audaz promesa, Xiang trabajó día y noche. Sin computadora, dibujó alrededor de 150 bocetos a mano, detallando los trabajos de construcción, diseño de interiores y paisajismo.

Xiang visitó bibliotecas y consultoexpertos para absorber tanto conocimiento como le fuera posible sobre el estilo arquitectónico que quería recrear. Agotado por trabajar horas extras, a veces se quedaba dormido en el autobús y perdía la estación. De 1,8 metros de altura, debido al duro trabajo, llegó a pesar menos de 60 kilogramos.

En septiembre de 1983, los techos de la Torre de la Grulla Amarilla estaban en su lugar y Xiang se trasladó a vivir a una habitación de 12 metros cuadrados en el propio sitio de construcción para acelerar el flujo de trabajo. La habitación contenía una cama, mesa de oficina y tableros de dibujo.

Su hijo Xiang Shang recuerda haber visitado la obra cuando era un niño pequeño.

“El ambiente de trabajo era duro", recuerda Xiang Shang. "Padre puso toda su energía en la torre y madre se hizo cargo de todos los deberes de la casa."

Aunque estaba abrigado en andamios, la Torre de la Grulla Amarilla era visible desde el concurrido puente del río Yangtsé y había creado revuelo entre los lugareños. Todas las noches después de la cena, Xiang Xinran caminaba por los senderos de la montaña. Una noche húmeda de verano, escuchó a un lugareño hablando de la Torre de la Grulla Amarilla con un hombre de negocios que no era de la ciudad. "Estaba muy orgulloso", detalla Xiang Xinran.

Durante la ceremonia de inauguración de la Torre de la Grulla Amarilla en 1985, Xiang quería gritar para liberar toda la presión contenida. “Tuve el honor de poder recuperar su gloria y hacer que la historia fuera tocable", aseguró Xiang Xinran.

La Torre de la Grulla Amarilla recibe alrededor de 4 millones de visitas al año, y ha ganado un premio de diseño de la Sociedad de Arquitectura de China. En 1988, Xiang Xinran fue elegido diputado a la VII Asamblea Popular Nacional Congreso Nacional del Pueblo.

Durante su vida, el notable arquitecto publicó dos libros sobre su obra que incluían sus dibujos a mano, pinturas de la Torre de la Grulla Amarilla y anécdotas sobre el diseño de la obra.

Alentado por su padre, Xiang Shang se especializó en arquitectura en la universidad. Después de graduarse en 1999, trabajó como arquitecto en Shanghai. “Mi padre se preocupaba por mi trabajo, preguntando por mis proyectos todo el tiempo como si fuera mi cliente", solía bromear Xiang al referirse a esa etapa de su vida.

La pasión de Xiang Xinran por la arquitectura no se detuvo después de su retiro. Trabajó en proyectos como el Museo Provincial de Hubei, el Cinturón Verde del Lago Este en Wuhan y la reconstrucción de la Torre Xunyang en Jiujiang, provincia de Jiangxi.

Sheng Nieming, ingeniero jefe adjunto del Instituto de Diseño Arquitectónico y Paisajístico de Wuhan destacó que en 2016 invitaron a Xiang Xinran a trabajar como consejero para el diseño de los inmuebles del Cinturón Verde del Lago Este en Wuhan.

"Su vista ya menguaba, pero insistió en dibujar los bocetos a mano. Más tarde se transformaron en gráficos computarizados", precisó Sheng, y añadió que Xiang Xinran visitaba a menudo el sitio de construcción.

Li Bing, subgerente general del Instituto Central-Sur de Diseño Arquitectónico, subrayó que recibía llamadas telefónicas de Xiang Xinran a las 6 de la mañana, incluso a medianoche.

"Después de escuchar consejos, analizaba y decidía el rumbo de su trabajo. Siempre seguía todos los pasos. Era muy respetuoso", testimonió Li.