Aldea Xijiang Qianhu Miao: continuidad, revitalización, y respeto por las minorías étnicas (2)

Pueblo en Línea  2021:04:08.13:18

Por Kou Jie

Guizhou, 08/04/2021 (El Pueblo en Línea) -Ubicado en las exuberantes montañas del condado de Leishan, en la provincia de Guizhou, la aldea Xijiang Qianhu Miao se desliza tranquilamente desde los arroyos que serpentean como bucles plateados desde la cresta de la montaña. Estanques de cristal y verdes arrozales aparecen entre las terrazas. Aquí y allá, respira la aldea, coronada por las cornisas de sus casas ancestrales. A lo largo de las orillas del río, los lugareños pescan, cultivan y toman el sol. Es una escena cotidiana y legendaria del sentir Miao.

Varios "puentes de viento y lluvia", combinación arquitectónica que sirve de puente, pasillo, porche y pabellón están ubicados por todo el pueblo. Los edificios se utilizan al estilo "Fengshui", creando un ambiente de ensueño que atrae a visitantes de todo el mundo.

Situado en una cuenca natural, la aldea Xijiang Qianhu Miao tiene una historia de más de 2.000 años. Más del 99 por ciento de la población local pertenece a la etnia Miao. La gran aldea, que alberga diez subaldeas Miao, es el hogar de 1.432 hogares y 6.000 residentes.

Debido a su lejanía geográfica, antes del 2008 la aldea Xijiang Qianhu Miao estaba afectada por la pobreza. Las estadísticas indican que el ingreso promedio local era de 1.431 renminbi (2005), mucho menos de la mitad de los ingresos medios de China en aquel entonces. A partir del 2008, las autoridades locales y los líderes empresariales decidieron transformar el pueblo en un sitio turístico que presentaba una cultura Miao única. Desde entonces se ha convertido en un "museo al aire libre" que testimonia el arte y la cultura tradicionales Miao, incluyendo los festivales locales, el canto, la danza, la orfebrería en plata, su arquitectura y sabrosa gastronomía.

Actualmente, más del 90 por ciento de los residentes Miao trabajan en restaurantes locales, hoteles e instituciones culturales. La autoridad local también ha establecido una fundación para apoyar el renacimiento de la cultura miao, asignando el 18 por ciento de los ingresos de la cuota de entrada de la aldea a los residentes Miao. Los ingresos en el 2019 generaron 32 millones de renminbi. El éxito de la aldea en la eliminación de la pobreza ha sido bautizado como el "modelo Xijiang Qianhu Miao" y ha proporcionado una valiosa experiencia al mundo.

Entrando a Xijiang Qianhu Miao a través de senderos empedrados, los viajeros son inmediatamente arropados dentro del ajetreo y el bullicio de un centro comercial de calles llenas de personas. Vendedores, artesanos, doncellas Miao bien ataviadas con brillantes pulseras plateadas transitan junto a los visitantes.

La mayor concentración de personas se reúne en el espacio central de la aldea. Se trata de un mercado al aire libre, con filas de casas de troncos tradicionales y tiendas. Hay más de 270 puestos de residentes locales que brindan servicios de bar, aperitivos, tiendas de recuerdos y servicios de fotos turísticas.

Rodeado por sus paredes de tablones y barro, el área deviene reino autónomo del arte y el ocio. Sus casas ancestrales, mansiones y hoteles están construidas de troncos y bambú. Las casas de madera, también conocidas como Diao Jiao Lou, en idioma chino, están situadas en las laderas de las montañas, mientras que la exquisita decoración de las ventanas y porches les confiere una extraña belleza en contraste con la estridente mampostería de las ciudades modernas.

En el centro del pueblo, en la cresta de las colinas alrededor de los bordes de un rugiente río, se encuentran varias magníficas casas antiguas. Ellas constituyen el corazón físico de Xijiang Qianhu Miao. Las casas tradicionales de madera están construidas sin clavos ni remaches. Los edificios suelen tener tres pisos. El primero se utiliza para almacenar herramientas y estiércol, así como para mantener el ganado. El segundo se utiliza como espacio habitable, mientras que el tercero se utiliza principalmente para almacenar granos y ejecutar necesidades diarias.