Por Ye Zizhen
Después de vivir en San Francisco durante más de una década, Kan ha hecho una transición exitosa desde sus estudios de arte hacia una carrera como ilustradora.
Nacida en 1992 en Fuzhou, provincia de Fujian, bajo el seudónimo Kan -pronunciación japonesa del carácter chino gan, que significa "dulce y agradable"- ilustra una talensosa joven china.
Con el pelo rubio y rosado, Kan es más introvertida de lo que parece. No le interesa mucho fotografiarse y prefiere discrusar desde sus dibujos, personajes e historietas.
"Tenía tres intereses cuando era niña: dibujar, jugar y contar historias. Los tres forman parte de mi ocupación actual", recuerda.
Kan se mudó a San Francisco en 2008, cuando apenas era una adolescente. Su amor por la ciudad la llevó a quedarse y estudiar en la Academia de Arte.
"Disfruto mucho de San Francisco. Es realmente inspirador, y hay muchas galerías y estudios", afirma. "A menudo voy al Museo de Arte Moderno para apreciar las obras maestras".
Estudiar en el extranjero fue exigente, pero muy gratificante.
"Tenía cuatro cursos a la semana, y a veces necesitaba entregar 300 dibujos para un solo curso", detalla Kan.
"Fue difícil, pero he aprendido a concebir productos de alta calidad. La experiencia me ha inculcado la autodisciplina", agregó. "Así es también cómo me acerqué a mis clientes y a este trabajo".
En 2019, recibió una maestría en diseño web y nuevos medios. Ahora trabaja como ilustradora independiente y artista conceptual.
"Aprendí en la escuela a poner en práctica ideas y también a diseñar sitios web, libros, aplicaciones y otras formas de medios, pero nunca he renunciado al dibujo".
La influencia del manga y la animación japonesa se hace visible en su trabajo.
"Me encanta la forma en que se presentan los diferentes personajes en el manga. Espero poder aprender a dibujar figuras e historias que conmueven a la gente", asegura Kan.
Dibujar, ya sea un boceto o un gráfico por computadora, es para ella una forma de expresar sus sentimientos y su comprensión sobre una historia o un personaje.
En la escuela secundaria, trabajó para el Grupo Kadokawa, un conglomerado de medios japonés y aprendió qué habilidades necesitaba mejorar. Asimismo, descubrió que la comunicación con el cliente y la efectiva gestión del tiempo eran herramientas esenciales para el éxito.
"Como artista conceptual, ayudo a crear el diseño visual de los personajes. Gracias a ello, los animadores tienen una idea para insuflarle vida al personaje dentro del juego".
"Cuando recibo un proyecto, primero me aseguro de que sintoniza con mi estilo. Esa condición ayuda a reducir las barreras de comunicación con el cliente".
Con dominio del inglés y el japonés, Kan ha trabajado para diferentes empresas de China, Singapur y Japón.
Ella también ha ganado una serie de reconocimientos, incluyendo los concursos AI-AP American Illustration 39, Infected by Art y 3x3 Illustration. Su trabajo ha sido exhibido en la Galería Disney, la Q Pop Shop en Los Ángeles y en The Artist Lodge, una tienda pop-up que organiza eventos regulares en Estados Unidos.
"He seguido de cerca la Ilustración Americana 39 de AI-AP, que muestra muchos dibujos, diseños, animaciones y fotografías excelentes. Ganar un premio con ellos me hizo sentir que tengo la capacidad de mejorar mi obra en el futuro", aseguró.
Aunque a veces se siente frustrada porque ahora en EE.UU. algunos supermercados, tiendas y restaurantes cierran antes de las 9 pm, Kan ya está acostumbrada a trabajar y vivir en el extranjero.
"Agradezco cualquier oportunidad que me permita superarme. Lo que mi generación valora es la constancia en el esfuerzo para intentar lograr tu sueño", indicó.
El plan de Kan para el futuro es seguir trabajado duro, acumular experiencia y poder inaugurar su propio estudio.
Hu Meidong contribuyó con este reportaje.