Este es el décimo año consecutivo desde que Amir Mehmetsabir, un aldeano del grupo étnico kazajo, dona un yak a una escuela primaria local para ayudara la alimentación de los estudiantes en el condado autónomo tayiko de Tashkurgan, prefectura de Kashgar, región autónoma Uygur de Xinjiang. De esta manera, Amir quiere retribuir la amabilidad que recibió cuando era joven.
Críar yaks es una práctica característica del condado autónomo tayiko de Tashkurgan. Esos animales son una fuente importante de bienestar material para el pueblo kazajo.
En 2017, Mehmetsabir se mudó de su vieja casa, ubicada en medio de un pasto de invierno, para otra casa con mejor acceso al agua y a la electricidad, y bien conectada en cuanto a transportes. El ganado que dejó atrás, durante la temporada de invierno es atendido por su hijo mayor.
"Cuando llega el invierno, selecciono el mejor yak y lo entrego a la escuela", asegura este hombre de 78 años, quien considera esa donación muy mportante, y por lo tanto debe hacerla él mismo.
El pueblo de Mehmetsabir se encuentra en el interior de la meseta del Pamir, donde los pueblos están separados por montañas y ríos. Desde su nueva casa, Mehmetsabir tarda tres horas en llegar al pasto de invierno. "Debido a mi mala vista, mis hijos insistieron en que este año no fuera al pasto de invierno", relata Mehmetsabir. Así que este año, el hijo mayor de Mehmetsabir debía llevar el yak a un lugar donde él y su padre podrían reunirse a mitad de camino y proceder a entregar el ganado.
La escuela primaria beneficiada está ubicada en Datong y tiene 116 estudiantes, incluidos 49 niños que están en el jardín de la infancia. La escuela ofrece alojamiento y alimentación a 50 becados.
"Estoy encantado de poder hacer algo por los estudiantes", expresó Mehmetsabir.
"El tío Amir está envejeciendo y su vista declina. Aún así, logró adherirse a su rutina anual. Antes de llegar al pasto, tuvo que cruzar un río y escalar una montaña. El viaje de ida y vuelta dura entre dos y tres días", explica un funcionario local de una aldea de Datong.
"En esta época del año, recibiremos el yak que siempre dona Mehmetsabir. Apreciamos mucho este presente y estamos profundamente conmovidos", afirmó el director de la escuela. "Los yaks son los activos más valiosos de los pastores. Todos mis hijos, que estudian en la escuela primaria, han comido carne de los yaks que envió Mehmetsabir", aseguró un pastor local.
En 1999, una inundación azotó la ciudad natal de Mehmetsabir, destruyendo cultivos, frutales y casas. "Estábamos desesperados y afligidos. Los funcionarios de nuestro municipio ayudaron con base material para el alivio de las inundaciones. La ayuda fue oportuna y considerada", recuerda el singular pastor tayiko. "Mi abuelo me enseñó a ser una persona agradecida y servicial. Por eso no se debe olvidar retribuir la amabilidad recibida", precisa Mehmetsabir, y agrega que mantendrá donando a la escuela.