BEIJING, 14 jul (Xinhua) -- La Administración Estatal de Archivos (AEA) ha publicado hoy lunes en su página web la confesión escrita del criminal de guerra japonés, Shuichi Kikuchi, quien mató a 1.122 chinos, incluyendo a 727 civiles, y cometió violaciones, torturas y vivisecciones de 1938 a 1945.
Kikuchi nació en la prefectura de Miyagi en Japón en 1915 y sirvió en el ejército nipón de 1937 a 1945 en el noreste y norte de China. Después de la derrota nipona de 1945, se refugió entre las tropas de un jefe militar chino llamado Yan Xishan en la provincia septentrional de Shanxi y fue capturado en abril de 1949.
En el documento, Kikuchi recordó haber aprobado que el cirujano militar Shinji Kawagen realizase dos vivisecciones brutales a dos ciudadanos chinos en septiembre de 1941. El criminal presenció los procedimientos.
"Primero, Kawagen cortó la garganta del cautivo para evitar los gritos. Tras la apendectomía, disparó contra el estómago. Después suturó la barriga y dejó al prisionero en el dispensario para observar el resultado", escribió Kikuchi.
El tercer día tras la primera operación, Kawagen realizó otra operación de separación de los miembros del cautivo y le disparó en la cabeza cuando todavía estaba vivo, de acuerdo con Kikuchi.
Kikuchi confesó que Kawagen realizó otra operación similar a un aldeano de 16 años varios días más tarde.
Kikuchi también escribió sobre las apuñalamientos, golpes, torturas, matanzas a tiros y entierros de personas vivas, así como el uso de gas venenoso y bacterias.
Kikuchi también confesó que "violó personalmente a 39 personas" y permitió a los oficiales inferiores abusar de otras 21.
El documento de Kikuchi es el más reciente de las confesiones de 45 criminales de guerra japoneses que la AEA empezó a dar a conocer a partir del 3 de julio.
La acción sucede después de que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y los políticos derechistas de su país negaran tajantemente los crímenes de guerra en China.