La presidenta brasileña Dilma Rousseff hizo hoy un balance de la Copa del Mundo 2014, que finalizó el domingo, al señalar que la organización "derrotó" las previsiones de los pesimistas.
Acompañada de 17 ministros que presentaron a periodistas las cifras del evento deportivo, Rousseff recordó que algunos sectores de Brasil se opusieron a la organización del torneo.
"Los pronósticos que se hacían sobre la Copa eran los más terribles posibles. Comenzaba con 'no va a haber Copa' y con 'va a ser la Copa del caos'. Derrotamos la previsión pesimista y realizamos la Copa de las Copas", afirmó.
Los pronósticos por los problemas de organización y las masivas protestas, como las ocurridas en 2013 durante la Copa de las Confederaciones, no se confirmaron.
Rousseff dijo que organizar la Copa fue un desafío para el gobierno; sin embargo, señaló que Brasil demostró que tiene condiciones de garantizar la infraestructura, la seguridad y el tratamiento adecuado a los turistas, selecciones y jefes de Estado.
"Vivimos en estos días una fiesta fantástica. Otra vez, el pueblo brasileño reveló su capacidad de recibir bien. Otra vez, el gobierno federal, los gobiernos estatales, los alcaldes de las 12 ciudades sede y, sin duda, los aficionados y amantes del fútbol, garantizaron una fiesta que es una de las más bonitas del mundo", afirmó.
Sobre las derrotas de la selección brasileña, que cayó 7-1 ante Alemania en las semifinales y luego 3-0 ante Holanda en la disputa por el tercer puesto, la mandatario subrayó que se debe dar lugar a una "superación".
"Brasil demostró dignidad al tener ese revés en un partido (...) Se requiere actitud para saber perder. Brasil mostró que es capaz no sólo de hacer la Copa de las Copas, sino de enfrentar lo que ocurrió", aseguró.
Según las cifras divulgadas por el gobierno, un millón de extranjeros de 202 países llegaron para la Copa 2014, y tres millones de brasileños viajaron por el país para asistir a los partidos, con 16,7 millones de personas que pasaron por los aeropuertos.
En los estadios hubo 3,4 millones de aficionados, 5,1 millones de personas participaron en los "Fan Fests" (eventos masivos para ver los juegos en patallas) de la Federación Internacional de Fútbol Asociado y 177.000 profesionales de seguridad, defensa e inteligencia trabajaron durante el torneo.
El ministro jefe de gabinete, Aloizio Mercadante, afirmó que la Copa quedará en la memoria de los que participaron de la preparación.
"Si hacemos un análisis un poco más sobrio hoy, nosotros perdimos el trofeo, pero Brasil ganó la Copa como un gran evento. Y el mundo entero admiró la preparación de la Copa y las razones son muchas. Tal vez, la más profunda, es cómo el fútbol está en el alma de nuestro pueblo", agregó.